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Anclado en el pasado

Esta semana me sorprendió el presidente Andrés Manuel López Obrador al no querer juzgar a expresidentes de México, aun cuando despotricó contra los gobiernos neo liberales. 

Esta semana me sorprendió el presidente Andrés Manuel López Obrador al no querer juzgar a expresidentes de México, aun cuando despotricó contra los gobiernos neo liberales acusándolos de crear la “Mafia del Poder”, endeudando al país y favoreciendo actos de corrupción, inclusive en varias ocasiones hasta llevarlos a juicio.

Pero en repetidas ocasiones, López Obrador ha hablado del perdón a ex presidentes, malechores y demás, mientras que la ciudadanía se traga todos los discursos en los que menciona a la corrupción como un terrible cáncer en el país y que tiene que ser erradicado. Lo está queriendo hacer a costa del mismo pueblo que sufre las consecuencias de su correcta intención pero las formas no han sido las más indicadas.

El pasado jueves consideró que “si es indispensable” y el pueblo lo solicita, habrá una consulta pública para decidir si se juzga o no a ex presidentes por actos de corrupción. Y oriundo de Macuspana reitera su postura de “no anclarnos en el pasado y ver hacia adelante”.

Pero ¿quién vive anclado en el pasado? Nada más y nada menos que Andrés Manuel, con todo respeto, porque no faltará quien diga que soy un igualado, simplemente observemos los símbolos de su gobierno, Benito Juárez, Morelos, Madero, Lázaro Cárdenas, héroes del pasado hoy.

Su ancla en el pasado se va a 500 años atrás, recordemos la carta que envió al Rey de España, Felipe VI, en donde le pide una disculpa por los crímenes cometidos por Hernán Cortez durante la Conquista de México. Y él mismo dice “no anclarnos en el pasado y ver hacia adelante”.

Otra de las cosas que impactan en la ciudadanía son sus “otras cifras”, si damos un repaso a lo ocurrido en la semana, algunos diarios destacaron en sus primeras planas la caída del empleo en México en el mes de mayo, según datos del propio Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, publicación que puso como energúmeno al mandatario mexicano.

El mismo jueves cuando se publicaron estas cifras, López Obrador sale a defenderse con un boletín chafa del IMSS, ya que dijo que eran más de 400 mil empleos los registrados con jóvenes becarios y que la prensa no los había tomado en cuenta.

Más tarde, el propio director del IMSS, Zoé Robledo le da un sopapo en la cabeza a López Obrador, primero admitiendo que mayo y junio son meses donde se cae el empleo porque, según él, por el cierre de las actividades en el campo y el reparto de utilidades.

Zoé Robledo dijo que las cifras que dio el presidente López Obrador de los becarios dentro del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, de 609 mil 399 jóvenes registrados ante el Instituto, no se consideran en la lista de nuevos empleos.

Lo trascendente ha sido, sin duda, el plan para Desarrollo de Centroamérica, con el que el López Obrador pretende un desarrollo económico para los países de Guatemala, Hondura y El Salvador. Por cierto en Honduras han manifestaciones en contra de su presidente. Se aplicarán recursos federales para lograrlo, mientras que en la frontera norte no llega dinero para apoyar a los albergues que tienen a cientos de centroamericanos y esperan miles más.

Candil de la calle y oscuridad de su casa.





* El autor es periodista independiente.