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Analfabeto

Una palabra que hace referencia a aquella persona que no sabe leer ni escribir. De igual manera, el término suele tener un uso extendido y se utiliza para nombrar a los individuos que son ignorantes o que carecen de los conocimientos más básicos en alguna disciplina. También considerada una epidemia que atenta contra la libertad y el progreso, el analfabetismo alarma a los gobiernos de diversos países desde hace décadas y existen numerosas campañas con el fin de erradicarlo. Esto supone que, en general, estas personas no saben leer sus derechos, ni las noticias de un periódico, ni redactar un Currículum vítae para buscar trabajo. Las consecuencias de dichas limitaciones resultan tan evidentes como aterradoras. En los países que cuentan con programas de escolarización obligatoria, el analfabetismo es muy reducido. Sin embargo, el aprendizaje de la lengua es cada vez más deficiente, dados una serie de factores, entre los que se encuentra el mal uso de la tecnología. Jesús Quintero en un monologo radiofónico mencionó que siempre ha habido analfabetos, pero la incultura y la ignorancia se habían vivido como una vergüenza, nunca como ahora la gente había presumido el no haber leído un libro en toda su vida, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura o que exija una inteligencia apenas superior a un primate. Las personas analfabetas de hoy son las peores, porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación, saben leer y escribir pero no lo ejercen, pero no puede aplicar estos conocimientos de manera práctica, son capaces de hacer un uso básico de su lenguaje, pero son incapaces de entender instrucciones escritas, llenar un formulario, leer un texto en un medio de comunicación, interpretar señales de tránsito o tablas de horarios, así como de utilizar eficientemente herramientas informáticas como un procesador de palabra, internet o un teléfono móvil. Si bien estas personas son capaces de entender palabras aisladas, es cuando éstas se combinan y adoptan significados relativos y contextuales que su interpretación se vuelve imposible para ellas. El mundo entero se está creando a la medida de esta nueva mayoría, en donde todo es elemental y primario para que ellos puedan entenderlo y digerirlo, esos son socialmente la clase dominante, aunque siempre serán la clase dominada, precisamente por su analfabetismo y su incultura, la que impone su falta de gusto y sus morbosas reglas. Es increíble cómo estamos a punto de ver, por nuestra descomposición política, cómo hombres y mujeres improductivas, incultas, dedicados a nada de provecho, sin ninguna virtud positiva, sin ningún mérito de desarrollo personal, estén a punto de ser electos para un puesto público en nuestros municipios y en el estado, cuando lo que necesitamos es todo lo contrario a lo que ellos son. La política es el único núcleo, en el que no se necesita tener ninguna capacidad para lograr un encargo de tal importancia, solo con tener la habilidad de convencer al confundido, al cegado, al necesitado y hacerle creer que todas las promesas de campaña las cumplirán, que acabaran con la inseguridad, que ya no habrá contaminación, que reducirán el gasto público, que habrá mucha inversión en obra pública, que saldrán de la miseria y que les repartirán todo aun sin trabajar, no se vale ilusionar a tanta gente, que les cree, sin el más mínimo razonamiento, para satisfacción de sus frustraciones. Sólo por la sed de poder.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.