Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

¡A defender la familia!

Hemos dicho anteriormente y afirmado  que    legalizar  el aborto, no es una forma de apoyar a la mujer, como pretenden hacernos creer, sino lo contrario. 

Hemos dicho anteriormente y afirmado que legalizar el aborto, no es una forma de apoyar a la mujer, como pretenden hacernos creer, sino lo contrario. Ella interiormente muere cuando permite el crimen intencional de su hijo. Es mejor salvar las dos vidas. Hoy hablaremos de la pretensión de legalizar los “matrimonios igualitarios” y qué consecuencias implica.

Primeramente diremos que este es un tema ideologizado que no corresponde al interés general de la población. Pero además, las parejas del mismo sexo que así lo desean, ya pueden contraer matrimonio en todo el estado, sin necesidad de recurrir al amparo.

Entonces, ¿Cuál es el fondo de querer legalizarlos? Es una medida de control ideológico que bajo la bandera de la “no discriminación”, tiene consecuencias terribles para la sociedad. En los lugares donde se ha concedido el estatus del matrimonio a éstas uniones homosexuales, como Ciudad de México, de inmediato surge la reeducación de los menores. Al estar en la ley, cuando en los libros de texto explican la familia natural, -papá y mamá- la equiparan con estas uniones, para que los menores capten las relaciones homosexuales como naturales. No se quedan ahí. Siguen con la adopción de niños, violando el derecho que los menores tienen de tener papa y mama, algo indispensable para su crecimiento emocional, que no puede transgredirse por el capricho de dos personas que “se aman”, siendo conscientes de la infertilidad de su relación. Y aún hay más: En países donde está legalizado, obligan a las escuelas a abrir la puerta, a personas homosexuales y transexuales para darles charlas a los niños desde kínder. En estas charlas, les hacen creer que es lo mismo tener papá y mamá que dos papás o dos mamás. De ahí pasan a motivar a los niños a masturbarse y a tener relaciones con niños del mismo sexo, como lo más natural del mundo. Esto además de ser una perversión, viola el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias y principios, y cuando algunos padres se oponen a que sus hijos reciban este tipo de “educación”, son reportados por la dirección, y encarcelados. Si persisten, el estado les quita sus hijos. No es invento ni exageración, es una realidad en Canadá, Alemania, y otros países. ¡Investiguen!

Aprobar ésta ley es además permitir la exhibición de conductas sexuales públicas para desafiar y transgredir, amparada por la “Ley de no discriminación “. En Ciudad de México, es común ver, delante de niños, parejas homosexuales, besarse y acariciarse eróticamente en público. Nadie dice algo, saben a lo que se atienen.

¿Queremos esto para nuestros hijos? No, ¿verdad? Entonces ¡Es urgente su participación!, Acudamos a la marcha en su defensa, el próximo sábado 21, 4.30 p.m. Parque Vicente Guerrero.

Esta marcha será simultánea en más de 30 ciudades de la República, exigiendo se respete la vida, la familia natural y nuestras libertades fundamentales, hoy en riesgo.

¡Unámonos! La unión hace la fuerza. Haremos que nuestras autoridades nos escuchen, respeten y defiendan, lo más importante para nuestro amado país.

¡Mujer mexicana forja tu Patria ¡







* La autora es consejera familiar.

En esta nota