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Tecleado

Hace 25 años, Luis Donaldo Colosio Murrieta llegaba a Tijuana para hacer su campaña presidencial como candidato del PRI, muchos reporteros que venían acompañándolo decidieron irse a San Diego, California, a la fayuca, mientras Colosio hablaba a los tijuanenses, aunque usted no lo crea. Estos “periodistas" iban a esperar más tarde el boletín y transcribirlo para sus medios. El candidato que era acompañado por su equipo se dirigió a Lomas Taurinas en Tijuana, una zona donde sólo había un camino para entrar y el mismo para salir. Allí fueron a que dictara un discurso, estaba emocionado, volvía a decir sus palabras de campaña “el pueblo tiene sed, sed de justicia” y todos gritaban, le aplaudían, algunos micrófonos querían grabar todas sus palabras, los reporteros gráficos y camarógrafos tomaban fotos y grababan video, había euforia entre la gente. El 6 de marzo de 1994, junto al monumento a la Revolución, el entonces candidato del tricolor, Luis Donaldo Colosio Murrieta daba un discurso incendiario, que para muchos marcaba su distancia con el gobierno federal, bueno, con Carlos Salinas de Gortari y al igual que Andrés Manuel López Obrador quería una transformación de México, no la cuarta, pero si una transformación y dijo: “Como candidato del PRI a la Presidencia de México reafirmo mi compromiso indeclinable con la transformación democrática de México”. Algunos dicen que sus palabras en esa tribuna, marcó su sentencia de muerte, otros siguen pensando que fue complot y otros más que fue un asesino solitario. Tal vez López Obrador hizo más que hablar con Colosio dos días antes de que lo asesinaran, como dijo este viernes, incluso dijo que se tiene que seguir investigando: “Por eso no debe olvidarse y tiene que seguirse preguntando qué pasó realmente, todo lo que queda sin contestar sobre este crimen, se dice que cuando se trata de crímenes de Estado siempre hay complicaciones para saber la verdad, pero hay que indagar, insistir, que no quede impune en el caso de se tratara de un crimen de Estado”. Han pasado 25 años, y muchos reporteros se lamentan no haber estado en el lugar del crimen, otros tuvieron que salir apresurados antes que el candidato para ganarle al embotellamiento, todos vimos el momento en que le ponen la pistola en la cien y le disparan, mientras sonaba la canción de La Culebra, algunos fotógrafos y reporteros, como el desaparecido Sergio Haro logró unas gráficas, otros no pudieron accionar sus cámaras a tiempo. Colosio llegó a las 16:20 horas a Lomas Taurinas. La gente se le arremolinaba su alrededor, lleno de sueños y esperanzas y con vida. Subió a un templete improvisado en una caja de pick up, volvió a decir que iba a ganar, bajó, empezó a caminar entre la gente recogiendo peticiones. A las 17:08 se escucharon dos detonaciones, y el candidato caía al suelo herido mortalmente. Sus ayudantes lo levantan, lo llevan a una Suburban y lo trasladan al Hospital General de Tijuana, donde horas más tarde lo declaran muerto. Han pasado 25 años de este magnicidio como se denominó. Todavía hay dudas. En su momento hubo muchos detenidos, pero luego fueron saliendo porque su delito era haber estado junto al candidato. Han pasado 25 años y todavía flota en el ambiente la posibilidad de un crimen de Estado. Unos creen que fue complot, otros un asesino solitario, Mario Aburto Martínez. A las 20:39 horas se confirmaba la noticia el candidato priista a la presidencia, Luis Donaldo Colosio había muerto. Usted ¿qué opina? * El autor es periodista independiente.

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