Punto Norte
Los sucesores de Caco traen con la lengua de pechera a don Miguel Ángel González Barriga. Los descendientes del hijo de Vulcano no lo dejan ni a sol ni a sombra. De día y de noche lo acosan, lo persiguen, lo cercan, lo hostigan, lo entristecen y arruinan. Con pesar, don Miguel Ángel observa a diario la devastación causada por los malvados epígonos del patrón de los ladrones. Harto, soporta el asedio implacable de los desalmados continuadores de la obra destructora del bandido Caco. Contrariado, da cuenta de la devastación de los sucesores del malvado gigante, mitad hombre, mitad sátiro, vomitador de torbellinos de humo y llamas Los cacos le roban válvulas, tapas y bocas de tormenta, propiedad de la empresa que tiene a su encargo. Con descaro le hurtan el hierro, cobre, acero y bronce, los metales que desde tiempo inmemorial Vulcano transformaba, con la ayuda de los cíclopes antropófagos. Le roban los elementos dúctiles, maleables, tenaces. Los materiales a los que el industrioso dios del yunque, con martillazos detonantes, fraguaba en su taller. Saquean los metales acrisolados por el dios de la fragua, por el dios del fuego, por el forjador del hierro, aborto celestial y, para su mala suerte, padre de Caco, patrono universal de los bandidos. El daño que los cacos le provocan a Cespm, además de cuantioso, es una amenaza para la integridad de los ciudadanos y un perjuicio para su salud. Robar alcantarillas, medidores y válvulas de agua potable es un atentado a la sanidad, a los servicios del alcantarillado, del agua potable y drenaje sanitario. El contador Miguel Angel González Barriga, director de la Cespm, muestra la desolación ocasionada por los neo cacos: En el 2009 se repusieron mil 358 medidores robados, 82 tapas de válvulas, 121 tapas de pozos de visita sanitaria, 62 tapas de pozos de visita pluvial y 120 bocas de tormenta o rejillas pluviales. En total: Mil 743 piezas. En el 2010, el número de reposiciones se incrementó: 2 mil 445 medidores, 69 tapas de válvulas, 244 tapas de pozos de visita sanitaria, 72 tapas de pozos de visita pluvial y 313 bocas de tormenta. Total: 3 mil 143 piezas. El año pasado las averías de los cacos se tornaron insoportables: Se repusieron 3 mil 056 medidores, 103 tapas de válvula, 196 tapas de pozo de visita sanitaria, 29 tapas de pozos de visita pluvial y 593 bocas de tormenta. Total: 3 mil 977 piezas. El costo de la reposición de estos equipos supera el millón de dólares, sin tomar en cuenta la mano de obra, ni los daños provocados a las redes de agua y drenaje. Los rateros de alcantarillas son bandas bien organizadas, capacitadas y equipadas, que operan a la luz del día sin ningún problema. Con gran eficiencia desmontan, cargan y trasladan las pesadas tapas, válvulas y hasta bocas de tormenta, que pesan alrededor de 200 kilogramos. Las autoridades no saben a dónde va a parar lo robado. No encuentran las guaridas de caco. No saben quién vende los metales ni quién los compra. Don Miguel Ángel González Barriga, resignado, ya perdió toda esperanza de que la autoridad se transforme en otro héroe tebano, capaz de sacar de su cueva a los sucesores de Caco para estrangularlos. Refilón: IFE: Se le hizo bolas el engrudo. Cámara secuestrada: Con el arrollador respaldo de 62 “comerciantes”, fue reelecto el presidente de la Canaco de Mexicali, el picapleitos Jorge Cervantes Arenas, un comerciante que no tiene comercio. César Gaviria y el enorme poder del Narcotráfico: “Ese cuento de que la Policía está corrupta es mentira, todo está corrupto, la Policía, la política, la justicia…”. *El autor es columnista y periodista local, comentarista de televisión. Correo: anmag@prodigy.net.mx
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