Observatorio Mediatico
En el proceso electoral que está en marcha para elegir candidatos a diferentes cargos de representación popular, uno de los espacios públicos que es fundamental para la participación ciudadana son las redes sociales virtuales (RSV). Las tecnologías de información y comunicación (TIC) favorecen la actividad cotidiana de los usuarios de las mismas, en particular las generaciones jóvenes y niñ@s, como lo indica el décimo tercer Estudio de Hábitos de los Usuarios del Internet del 2017 de la Asociación de Internet en México (AIM), al indicar que hay 70 millones de internautas de los 120 millones de habitantes en nuestro país y ha crecido en 10 años de manera importante hasta contar con un 63% de penetración en la población mayor de seis años (https://webmarketingtips.mx/local/habitos-de-usuarios-en-mexico-2017-7-258/). Pero también lo anterior provoca dependencia de los cibernautas al Internet, según un estudio de la universidad española Pablo de Olarvide, el 50% de las personas le dedican cinco horas diarias al Internet, lo cual se convierte en una drogodependencia y provoca una percepción errónea de la realidad (https://elpais.com/tecnologia/2018/01/15/actualidad/1516013891_871963.html). La pregunta es en qué medida estas RSV intervienen en los procesos democráticos. Según el estudio citado, los internautas mexicanos dedican buen parte de su tiempo en utilizar el Internet para consultar dichas redes y enviar mensajes o consultar el correo, pero su interés en informarse es menor y, por ende, mucho menos le otorgan importancia a los mensajes políticos. Ahora bien, seis de cada diez de los entrevistados por el estudios de la AIM consideran que el Internet es un excelente medio de integración y, con lo cual, abre la posibilidades de una mayor participación de la ciudadanía, además indica que nueve de cada 10 consultará la información en línea en las próximas elecciones. Los anteriores datos convierten a las RSV en un espacio no regulado que permiten cualquier tipo de información con las consabidas ventajas y riesgos que esto conlleva. Una de las ventajas es que al tener un espacio no censurado o regulado es factible que cierta información que en otros medios no podría ser difundida, en las redes es ampliada la cobertura dada la globalización del Internet. Pero a su vez, esta condición puede generar distorsión en la información propagandística y obviamente la proliferación de las noticias falsas que pueden provocar confusión entre la ciudadanía, mucha de ella con escasa cultura política y más acostumbrada a una comunicación emocional que a mensajes informativos con contenidos racionales por parte de los partidos políticos o de los propios candidatos. Y si no me cree, sólo basta revisar los actuales spots televisivos o mensajes en las redes de los actuales precandidatos a la Presidencia de México. Y le pregunto, ¿cuál es la racionalidad en el jingle de Movimiento Naranja, salvo lo pegajoso de la melodía, o el hablar inglés y francés, o el comer tortas? La ciudadanía mexicana necesita saber cómo l@s aspirantes a la Presidencia van a resolver los graves problemas que hay en el país. ¿Usted qué opina? El autor es profesor–investigador de la Facultad de Ciencias Humanas y coordinador del Observatorio Mediático de la UABC.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí