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El Imparcial / Columnas / notamigracion

Mirador

El Señor hizo el aguacate.

En seguida creó la cebolla.

Luego trajo al mundo el jitomate.

Después dio forma al cilantro.

Y a todo eso le puso una pizca de sal.

Algo faltaba, sin embargo, algo muy importante, pero el Señor no sabía qué.

Sucedió por esos días que Adán y Eva desobedecieron al Padre y comieron el fruto del Árbol del Bien y del Mal.

El Señor, enchilado, supo lo que faltaba.

Entonces creó el chile.

Fue así como nació esa divina creación llamada guacamole.

¡Hasta mañana!...

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