Contra corriente
40 anuversario de la 'Galería de la Ciudad' Me resulta relativamente fácil referirme a un acontecimiento en que yo mismo junto con otros compañeros artistas, o pintores,fuimos los protagonistas. No existe un paso perdido; un caminar sin rumbo, en este logro que los pintores; la mayoría iniciantes, casi estudiantes de aquellos años, logramos; básicamente con entrega y una meta firme de qué era lo que queríamos. Al abandonar la antigua Casa de Gobierno, en la Avenida Obregón para instalarse en su nueva residencia de la Colonia Nueva, Miltón Castellanos Everardo, gobernador de Baja California, 1971, 1977, ordenó a Jorge Esma Bazán,su recién nombrado Director General der Asuntos Culturales, ( hoy ICBC),que al desocupar la Casa de Gobierno de la Obregón, ésta se convirtiera en un espacio para los pintores; una galería, en consecuencia. Jorge mismo era un entusiasta amigo y apoyador de aquella nueva generación de artistas plásticos (yo entre ellos). Lo primero que hicimos; éramos unos doce pintores o estudiantes de pintura, colgar pos todos los pasillos y cuartos, parte de nuestras obras; exposición que una noche-tarde, el propio Miltón Inauguró expresanado dentro de su discurso inaugural, esta palabras: “Esta será la casa de los pintores”. De esta forma, nos apropiamos así de este edificio, que hoy una parte, se ha convertido en la “La Galeria de la Ciudad” Finalmente después de aquél acuerdo, de Milton nuestra obras, permanecía exponiéndose en los espacios de lo que fue la Casa de Gobierno. Pero el problema se complicó a la salida del gobernador citado y vino la nueva administración, me parece que fue con Roberto de la Madrid, Romandía. Éste nombró nuevo director de Asuntos Culturales y lo primero que hizo este personaje; ( no diré su nombre, por respeto a su familia que merece toda mi consideración),fue reunirnos a los más activistas y decirnos estas palabras: “Pintores, necesito recuperara mis oficinas; tienen que desmontar su sobra de mis oficinas”. Tenía razón el nuevo director de Asuntos Culturales; eran “sus” oficinas; pese a esta mi consideración de mi parte: la casa de gobierno era, es, tan grande, que bien pudiera permanecer nuestra pinturas en sus pasillos, sin molestar para nada sus o su oficina. Este no terminó en este problemita. Comenté con mis compañeros: Permítanme, yo me encargo de hacer un oficio al señor gobernador para ponerle al tanto de la situación. En este escrito denunciábamos al e director de Asuntos Culturales y lo poníamos al tanto de la aberración, su actitud, precisamente contra cultura de su nuevo funcionario. Pero, decidimos, antes de enviar el oficio al gobernador, dárselo a leer al personaje en cuestión. Lo hicimos. Era una mañana; rayaban los once del día. Al leer el texto el nuevo administrador, se puso un poco pálido y el rostro se le descompuso; y dijo estas palabras:! No me hagan esto, muchachos, qué es lo que quieren ¡ Ni una palabra más: Queremos que respetes nuestra sala de exposición o en cambio, nos salimos de la casa de gobierno si nos construyes o adaptas la cochera, (este espacio es, era bastante gande) para que sea la nueva galería.. El nuevo administrados acepto la nueva condición. El oficio prometimos no enviarlo…, y no lo enviamos. Hubo esta promesa y este acuerdo. Obras publicas no llegaba a hacer el nuevo acondicionamiento que tenía que obedecer a un diseño o perspectiva previa de la nueva galería de Francisco Arias, perspectivista y miembro del grupo. * El autor es artista plástico.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí