Conciencia Ciudadana
El Buen Fin Ahora sí que, como cada año desde hace siete, llegó el “buen fin”. Una fecha en la que supuestamente el consumidor puede aprovechar ofertas adquiriendo productos a precio especial, y digo supuestamente porque no todos las empresas son leales, hay quienes le suben el precio y en el buen fin hacen la finta del descuento, quedando para ellos a precio regular con una ganancia que no sacrifican. Para quienes vivimos en frontera, este acontecimiento no tiene tanta relevancia, ya que teniendo pasaporte o visa para ir de compras al país vecino, prefieren esperarse al “Black Friday” sabiendo que allá sí encuentran fabulosas rebajas a muchos artículos, pantallas, computadoras, tabletas, etc. Es entonces cuando mucha gente desde el jueves al medio día, empieza a hacer fila para entrar primero a las tiendas que les interesan, pierden horas y son capaces de pasar la noche a la intemperie; ni el frío, lluvia o viento los hacen desistir de su afán consumista. Se han dado casos de gente que pelea, se arrebata las cosas, a veces hasta fuera de control, por adquirir “la mejor oferta”. Estamos en una era de consumo, donde parece que las cosas tienen mayor valor que las personas. Esto pasa cuando se vive una vida superficial y de competencia, adquiriendo cosas no necesarias, tratando de llenar el vacío existencial que se tiene. Y bueno, para todos aquellos que están pensando en el buen fin o el “Black Friday” algunas sugerencias importantes: Primero levántate muy temprano, respira y siente que estás vivo, mira a tu alrededor para ver qué es lo que te hace falta; te sorprenderá darte cuenta que lo más importante ahí está: tu familia, tus hijos, lo más valioso, algo que no se compra ni con todo el oro del mundo. Deja de pensar en la megapantalla si es la que te roba el tiempo con tus hijos… en el celular de moda que te quita el placer de saludar de mano a un buen amigo o vecino… en aquella computadora que te aleja de tus seres queridos queriendo conocer gente a la que tal vez ni le importes o se ría de tus perfiles… deja la ropa de marca que pueda salir de oferta y piensa en las buenas obras que pueden vestir tu alma. Este fin, no pierdas tu tiempo de tienda en tienda, este buen fin, abraza a tus hijos, hermanos, visita al pariente o amigo que está solo, ama a tus padres, organiza tu tiempo para pasar momentos en familia, ¡eso es tener un buen fin! que te deje lleno de amor y no de deudas, a veces impagables. Con tanta tecnología, nuestras familias se están alejando cada vez más, y nuestros niños más que cosas necesitan amor, atención, compartir sus juegos, un “te quiero” y no tabletas ni videojuegos. No permitas que mientras llenamos nuestras casas de lujos y cosas que a veces ni usamos, se descomponen o nos las roban, nuestras familias estén cada vez más solas y más vacías. Lo que en verdad vale, la vida, la salud, el amor, los amigos… no se obtienen con dinero. *La autora es orientadora familiar.
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