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Análisis sin fronteras

No me amenaces, no me amenaces No me amenaces, no me amenaces; cuando estés decidida a buscar otra vida, pues agarra tu rumbo y vete; pero no me amenaces, no me amenaces… Las recientes declaraciones de los negociadores, horas antes de que iniciar la quinta ronda de negociaciones en la Ciudad de México, tiene el tono de despecho reflejado en las más amadas canciones de José Alfredo Jiménez. Veamos: A tan sólo tres días del inicio de la quinta ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, ya ha hecho advertencias sobre el posible fracaso de la renegociación y se ha puesto a afirmar cosas como “será más dañino para ellos que para nosotros”. (Pues agarra tu rumbo y vete...) En un foro del diario Wall Street Journal, Ross dijo que “ciertamente preferiría que entren en razón e hicieran un trato sensato”. El secretario de Comercio estadounidense agregó que “en cualquier negociación, si tienes una parte que de hecho no está preparada para retirarse cualquiera que sea la situación, esa parte va a perder”. Obviamente esta actitud nos recuerda el dolor de un amor no reconocido, imaginándome a Wilbur Ross, montando un palomino, vestido de charro blanco, entonando “No volveré, te lo juro por Dios que me mira, te lo digo llorando de rabia, no volveré”. Por su parte, el despechado de Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, dijo que donde Estados Unidos ve “intransigencia”, México ve “sensatez”. Comentó también que México está preparado para la renegociación del Tlcan y que esta se hará “claramente y con una dirección muy lógica, de acuerdo con lo que escuchamos en el mundo empresarial, tanto en México como Estados Unidos, y a partir de ahí estaremos explorando aproximaciones, sobre todo, para entender posiciones”. Después de estos comentarios seguramente José Alfredo Jiménez le hubiera sugerido al secretario Guajardo que cantara y así seducir a su contraparte Ross “Si nos dejan, buscamos un rincón cerca del cielo, si nos dejan, hacemos con las nubes terciopelo, y ahí, juntitos los dos cerquita de Dios será lo que soñamos, si nos dejan te llevo de la mano corazón, y ahí nos vamos…” . Ante la posible cancelación del Tlcan, el canciller Luis Videgaray amenazó que México reduciría la cooperación en materia de seguridad; dijo en entrevista para Bloomberg que “es un hecho de la vida y una realidad política que un mal resultado en el Tlcan tendrá un impacto sobre esto. No queremos que ocurra y estamos trabajando duro para obtener un buen resultado”. Videgaray también dijo que, si Estados Unidos decidiera salirse del Tlcan sería catastrófico, pero “no es el fin del mundo”, “La economía mexicana es más grande que el Tlcan, hay vida después del Tlcan”. Podría yo jurar que escuche al Canciller entonar “El Rey”: “Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley; no tengo trono ni reina ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey…”. Parecería que el canciller ya da por un hecho que no se llegará a un acuerdo y que Trump buscará abandonar el Tlcan. Y si, el secretario Wilbur tiene razón en decir esto impactaría a México. En su evaluación anual, el Fondo Monetario Internacional indica que la economía mexicana desacelerará su ritmo de crecimiento y llegará alrededor del 1.9% en vez de 2.1% en 2018 debido a la incertidumbre que hay por el Tlcan. En el mismo sentido, si se llegara a confirmar el fin del Tlcan, esto le costaría a México entre el 1.5 y el 2.5% del PIB nacional, alertó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), en su reporte “Bajo crecimiento y presión inflacionaria, el signo del 2017”, agravando la situación una mayor inflación y el retraso en la implementación de políticas económicas para el fortalecimiento del mercado interno. Ni hablar del impacto en la paridad del peso-dólar. Las proyecciones del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria son más atroces para el peso mexicano. Ellos indican que la moneda mexicana, si se terminara el Tlcan, caería alrededor de los 21.5 a 22 pesos por dólar. No le quedará otra al presidente Peña pedir a los mariachis que entonen la canción del Nafta-despecho del proceso electoral del 2018: Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda, voy a dejarte el mundo para ti solito, como al caballo blanco te solté la rienda a ti también te suelto y te me vas ahorita. Correo electrónico: anamaria@anamariasalazar.com En Internet: www.anamariasalazar.com Twitter: Amsalazar *- La autora analista político.

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