Leer seis minutos al día puede reducir el estrés, según expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- En un contexto marcado por la velocidad, la hiperconectividad y el flujo constante de información, el estrés y la ansiedad forman parte de la vida diaria de muchas personas. Ante este escenario, una práctica accesible y silenciosa gana relevancia: la lectura. Lejos de ser solo un pasatiempo, abrir un libro puede convertirse en un apoyo concreto para el equilibrio mental y la calma cotidiana.

¿Por qué leer ayuda a reducir el estrés?

Diversos expertos y estudios científicos coinciden en que la lectura es una herramienta eficaz para calmar el sistema nervioso. Especialistas consultados por Hello Magazine señalan que sumergirse en un libro impacta de forma rápida la actividad fisiológica del cuerpo, lo que favorece la relajación y reduce el estrés.

Investigaciones dirigidas por el Dr. David Lewis, de Mindlab International, muestran que dedicar solo seis minutos a la lectura silenciosa puede disminuir los niveles de estrés hasta en un 68%. Este efecto supera a otras estrategias comunes, como escuchar música o salir a caminar.

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El papel del nervio vago en la relajación

Este efecto se relaciona con el nervio vago, considerado el más largo del sistema nervioso parasimpático. Este nervio conecta el cerebro con el cuello, el pecho y el abdomen, y cumple un papel central en las respuestas de descanso y recuperación del cuerpo.

Desde la neurociencia, Anne-Laure Le Cunff, del King’s College de Londres, explicó que la lectura, al ser una actividad de baja intensidad, “redirige suavemente la atención lejos de los ‘bucles de preocupación’ internos y de los estímulos externos, como notificaciones y listas de tareas, hacia un único flujo estructurado de información: el texto”. Este cambio permite que el organismo pase de un estado de alerta a uno de descanso.

Cambios en el cerebro y en la química corporal

En el plano neuroquímico, leer favorece la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, relacionados con el placer y la concentración. Al mismo tiempo, contribuye a reducir el cortisol, la hormona asociada al estrés.

Esta combinación se traduce en efectos físicos claros: disminución de la frecuencia cardíaca y relajación muscular. Le Cunff detalló que la lectura implica un proceso cerebral complejo que integra visión, comprensión del lenguaje, atención y memoria, lo que ofrece un descanso estructurado para el cerebro.

Beneficios que van más allá del momento de lectura

Los especialistas subrayan que los beneficios de la lectura no se limitan al instante en que se practica. Con el tiempo, se observan mejoras en la memoria, la neuroplasticidad y la comunicación entre los hemisferios cerebrales, lo que fortalece la capacidad de aprendizaje y adaptación mental.

Además, la lectura estimula la empatía y la conexión social, recursos importantes en contextos de aislamiento. Según Le Cunff, esta práctica no solo ayuda a relajarse, sino que también entrena al cerebro para responder mejor al estrés en el futuro.

¿Cómo incorporar la lectura en la vida diaria?

Para aprovechar la lectura como método de relajación, los expertos recomiendan integrarla a la rutina cotidiana sin presiones. Hello Magazine destaca algunas pautas prácticas: leer textos breves o ligeros, llevar siempre un libro a mano y priorizar el disfrute del contenido por encima de la cantidad de páginas.

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El objetivo es ofrecer al cerebro una pausa consciente, lejos de estímulos digitales constantes. Convertir la lectura en un hábito no requiere grandes esfuerzos, sino constancia. Avanzar unas pocas páginas al día puede generar un cambio perceptible en la calma mental y en el equilibrio del sistema nervioso.