Cómo la forma de manejar podría alertar sobre deterioro cognitivo, según expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- Un grupo de investigadores en Estados Unidos encontró que ciertos cambios en los patrones de manejo pueden funcionar como señales tempranas de deterioro cognitivo. La observación surgió a partir de un seguimiento detallado de conductores mayores, realizado con apoyo de dispositivos GPS instalados en sus vehículos.

El estudio fue encabezado por Ganesh Babulal, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis. El especialista explicó que “descubrimos que, utilizando un dispositivo de seguimiento de datos por GPS, podíamos determinar con mayor precisión quién había desarrollado problemas cognitivos en lugar de fijarnos solo en factores como la edad, las puntuaciones en pruebas cognitivas y si tenían un factor de riesgo genético relacionado con la enfermedad de Alzheimer”.

Los hallazgos fueron publicados el 26 de noviembre en la revista Neurology, respaldados por un proceso de observación que buscó entender si actividades comunes, como manejar, pueden aportar información valiosa sobre la salud mental de las personas mayores.

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¿Por qué analizar rutas y horarios?

El equipo señaló que la conducción es una actividad cotidiana que requiere atención, memoria, planeación y toma de decisiones. Por ello, seguir la forma en que una persona se desplaza puede ofrecer señales que otras pruebas no detectan con la misma rapidez. En palabras del propio Babulal, “la identificación temprana de conductores mayores que están en riesgo de accidentes es una prioridad de salud pública, pero identificar a las personas que no son seguras es un reto y consume mucho tiempo”.

Para comprobarlo, incluyeron a 56 personas diagnosticadas con deterioro cognitivo leve (DCL) y a 242 personas sin ese diagnóstico, todos con una edad promedio de 75 años y con el hábito de conducir al menos una vez por semana. A cada participante se le colocó un dispositivo GPS para registrar rutas, frecuencia, horarios y variaciones en sus trayectos.

Al inicio del seguimiento, la conducción entre ambos grupos era prácticamente igual. Sin embargo, con el paso del tiempo comenzaron a notarse diferencias que se volvieron consistentes y medibles.

Lo que reveló el GPS sobre el deterioro cognitivo

Las personas con DCL empezaron a mostrar patrones distintos: conducían menos, evitaban hacerlo de noche y repetían más los mismos trayectos, con menor variación en sus rutas. Estos cambios, según los investigadores, reflejan un intento de mantenerse en entornos familiares y disminuir la exposición a situaciones que requieren mayor esfuerzo cognitivo.

Cuando esa información se combinó con datos personales, resultados de pruebas mentales y la presencia o no de un gen asociado con Alzheimer, la capacidad para detectar deterioro cognitivo alcanzó una precisión del 87%. Esto representa una herramienta que podría anticipar riesgos antes de que ocurran accidentes.

“Analizar el comportamiento diario de las personas al volante es una forma relativamente poco exigente y discreta de monitorizar las habilidades cognitivas y la capacidad de funcionamiento de las personas”, señaló Babulal, quien también subrayó que cualquier implementación debe cuidar la autonomía, privacidad y decisiones informadas de los individuos.

¿Qué significa esto para usted?

El hallazgo abre la puerta a sistemas de monitoreo que no interfieran en la vida diaria, pero que ayuden a detectar señales de alerta a tiempo. Para usted o para un familiar mayor, cambios repentinos en la forma de manejar —como evitar ciertas rutas, limitar horarios o reducir trayectos— pueden ser motivos para buscar una evaluación médica preventiva.

La conducción es una actividad que suele mantenerse incluso cuando otros hábitos ya empiezan a modificarse. Por esa razón, observar estos patrones puede ofrecer una oportunidad temprana para intervenir, ajustar rutinas y tomar decisiones informadas sobre seguridad y bienestar.

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Los investigadores destacan que esta herramienta no sustituye una evaluación clínica, pero sí puede orientar hacia una revisión a tiempo. El objetivo es simple: proteger la seguridad de los conductores y de quienes los rodean, sin dejar de lado el respeto a su independencia.