Bacterias en tumores cerebrales: un hallazgo que cambia lo que sabemos del cerebro
Los investigadores analizaron 322 muestras de glioblastoma y metástasis de mama y pulmón, y descubrieron que las metástasis tienen más cantidad y diversidad de bacterias.

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante décadas se asumió que la barrera hematoencefálica funcionaba como un filtro casi absoluto. Su papel ha sido comparado con el de un portero que vigila la entrada de un club exclusivo: permite el paso de nutrientes y rechaza toxinas, patógenos y hasta la mayoría de los fármacos.
Sin embargo, una nueva investigación publicada en Nature Cancer demuestra que esta idea ya no es suficiente para explicar la realidad del cerebro humano.El estudio analizó cientos de tumores cerebrales humanos y encontró que diversas bacterias no solo logran llegar al cerebro, sino que también se establecen dentro de tumores y metástasis.
El trabajo fue realizado por el equipo del profesor Ravid Straussman, del Instituto Weizmann, en colaboración con los centros médicos Rabin y Rambam.
Cómo llegaron las bacterias al cerebro: las pistas que dejaron los tumores
El grupo de investigación examinó 322 muestras de glioblastoma y metástasis cerebrales, con la participación de la estudiante de doctorado Elinor Gigi y la Dra. Nancy Gavert.Las metástasis analizadas se originaron en su mayoría en cánceres de pulmón y mama.
Los científicos encontraron bacterias dentro de células cancerosas y también en células inmunitarias cercanas. Las metástasis mostraron una mayor riqueza bacteriana que los glioblastomas, con mayor número de bacterias y diversidad de especies.
Straussman explica:“Identificamos familias bacterianas enteras que prefieren un tipo de tumor sobre otro”.
El equipo también descubrió que el 36 % de las especies en metástasis de mama y el 48 % en metástasis de pulmón también estaban presentes en los tumores primarios, lo que sugiere una posible migración bacteriana junto con las células tumorales.
Otra línea de investigación apunta a que la barrera hematoencefálica puede perder integridad durante el cáncer, lo que permitiría el paso de microorganismos hacia el tejido cerebral.
Bacterias que influyen en el crecimiento tumoral y su ubicación en el cerebro
El estudio encontró que las bacterias presentes en metástasis cerebrales poseen características metabólicas que pueden favorecer la migración celular, invasión tisular y progresión del tumor.
Straussman detalla que:“Las bacterias podrían desempeñar un papel activo en la progresión del cáncer y en la infiltración de metástasis en el cerebro”.
En los glioblastomas se identificó una posible relación simbiótica: estas lesiones contenían más bacterias relacionadas con la producción de fósforo, un mineral que suele faltar en este tipo de tumores.
Un hallazgo adicional reveló un patrón geográfico dentro del cerebro:
- Las metástasis ubicadas en la región posterior tenían mayor riqueza bacteriana.
- Las que se encontraban en la parte frontal mostraban menor presencia de bacterias.
Esto podría relacionarse con diferencias en el suministro de sangre o en la composición metabólica de cada zona del cerebro.
¿Las bacterias afectan los tratamientos? Evidencia que cambia el enfoque oncológico
Los protocolos de tratamiento para el glioblastoma han cambiado poco en décadas. Incluyen cirugía, radioterapia y el fármaco temozolomida. Por eso, los investigadores se enfocaron también en evaluar si las bacterias pueden influir en la eficacia de este medicamento.
Al estudiar 30 especies bacterianas aisladas de tumores, encontraron que las sustancias secretadas por distintos tipos de bacterias pueden potenciar o reducir la acción de la quimioterapia.
Las secreciones del género Bacillus, por ejemplo, generaron resistencia a la temozolomida en células cancerosas.
Los efectos de las bacterias también se reflejaron en la supervivencia de los pacientes con metástasis cerebrales.Los investigadores observaron que:
- Pacientes que vivieron menos de un año tenían tumores con comunidades bacterianas más ricas y más diversas.
- Especies como Paracoccus fueron más comunes en quienes tuvieron menor supervivencia.
Lo que dicen los especialistas: una nueva ruta para entender y tratar el cáncer cerebral
Straussman resume el impacto del hallazgo:“Hasta hace poco, considerábamos el cerebro un entorno estéril. El descubrimiento de poblaciones bacterianas en tumores cerebrales nos obliga a replantear nuestras suposiciones”.
Para la profesora Shlomit Yust-Katz, del Centro Médico Rabin:“El glioblastoma sigue teniendo una esperanza de vida muy limitada. El hallazgo de bacterias dentro de los tumores abre la puerta a nuevas formas de ayudar a los pacientes”.
La Dra. Ayelet Shai, del Centro Médico Rambam, añade que este descubrimiento permitirá avanzar en diagnósticos y tratamientos más precisos:“Las metástasis cerebrales son muy difíciles de tratar. Este estudio reveló que contienen comunidades bacterianas que pueden influir en la respuesta inmunitaria y la inflamación”.
Lo que viene: un mapa bacteriano del cuerpo humano
El equipo del Instituto Weizmann señala que ahora es necesario estudiar si ciertas bacterias también habitan el cerebro sano y definir qué especies están presentes en otros órganos, tanto en salud como en enfermedad.
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La esperanza es que, al identificar bacterias que influyen en la progresión del cáncer o en la resistencia al tratamiento, sea posible desarrollar nuevas terapias dirigidas para mejorar la supervivencia de los pacientes.
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