Los grandes mitos del calor que debemos evitar en verano
Con la llegada del verano, lo que más apetece es desconectar, disfrutar del buen tiempo y hacer planes al aire libre. Pero, también llegan las temidas olas de calor, y con ellas, montones de consejos de toda la vida que, aunque suenan bien, no siempre son tan ciertos como creemos.

Seguro que más de una vez has escuchado frases como “bebe agua bien fría, que así te refrescas” o “mejor ducharse con agua helada”, ¿verdad? Pues no todo lo que parece lógico lo es en realidad. Vamos a desmontar algunos de esos mitos del verano que llevamos escuchando años y que, en muchos casos, no ayudan tanto como pensamos.
¿Agua fría o templada?
Lo más habitual cuando hace un calor insoportable es ir directo a por un vaso de agua bien fría. Tiene sentido porque en ese momento apetece. Pero lo cierto es que beber agua muy fría no es la mejor idea para refrescarse. El cuerpo, al notar el frío, reacciona intentando mantener su temperatura, y eso hace que en vez de enfriarte, termines sintiéndote más acalorado poco después.
Lo mejor es ir bebiendo agua a lo largo del día, sin esperar a tener sed, y si está fresca pero no helada, mucho mejor. Así ayudas a tu cuerpo a mantenerse en equilibrio sin forzarlo.
El aire acondicionado no es el enemigo
Hay quien piensa que el aire acondicionado es poco natural o que se va a resfriar por usarlo. Pero la realidad es que, si se usa bien, es un gran aliado en verano. El problema es cuando se pone a 19 grados, con todas las ventanas cerradas y sin preocuparse por limpiarlo de vez en cuando.
Lo ideal es tenerlo en torno a los 24-26 grados, ventilar un poco para que el aire no se enrarezca y mantenerlo limpio. Así puedes estar fresco sin pasarte ni poner en riesgo tu salud. Porque si estás en casa tranquilamente, pasando la tarde jugando un rato a la ruleta o simplemente viendo una serie, querrás estar a gusto, pero sin congelarte como si estuvieras en una nevera.
¿Comida caliente en verano? Pues sí
Hay quien en cuanto llega el calor se pasa al gazpacho y la ensalada como si no existiera otra cosa. Pero no hace falta eliminar la comida caliente. De hecho, platos calientes o incluso picantes pueden ayudarte a sudar un poco más y, con ello, a regular mejor tu temperatura corporal. En países con climas muy calurosos, como India o Tailandia, no renuncian a los platos cocinados, y su cuerpo lo agradece.
Abrir las ventanas de día, ¿es buena idea?
Es muy típico pensar que abrir las ventanas durante el día ayuda a ventilar y a “refrescar” la casa. Pero si fuera hace más calor que dentro, lo único que estás haciendo es meter aire caliente.
Lo mejor es mantenerlas cerradas durante las horas más calurosas, bajar las persianas y esperar a la noche o a primera hora de la mañana para ventilar. Así consigues que el aire circule sin subir la temperatura del interior. Cuando el ambiente por fin se ponga más agradable, puedes aprovechar para leer o echar una partida rápida en un casino en vivo, que son planes tranquilos y que no te hacen sudar.
¿Menos ropa = menos calor?
Otro clásico es pensar que cuanta menos ropa llevemos, mejor. Pero lo importante no es tanto la cantidad de ropa como el tipo de tejido y el color. Las prendas de algodón o lino dejan respirar a la piel, y si son de colores claros, ayudan a que no se absorba tanto el calor.
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