El universo podría tener 6 dimensiones totales: 3 de espacio y 3 de tiempo, según un nuevo estudio que desafía a Einstein y lo que se conoce de la física
La teoría propone que el tiempo se puede imaginar como tres caminos independientes.
El profesor asociado Gunther Kletetschka plantea que el tiempo no sería una sola línea, sino un tejido con tres dimensiones independientes. En esta visión, el tiempo es el fundamento real del universo y el espacio sería apenas una consecuencia de este entramado.
Estas tres dimensiones del tiempo son el lienzo del universo, el espacio es simplemente el pigmento”, explicó Kletetschka, quien trabaja en la Universidad de Alaska Fairbanks.
Según un artículo publicado en National Geographic, este modelo rompe con la visión aceptada por más de un siglo, basada en la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que sostiene que el universo está compuesto por una dimensión temporal y tres espaciales.
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¿Por qué desafía el modelo estándar de la física?
El modelo tradicional ha funcionado para explicar una gran variedad de fenómenos físicos, desde la caída de cuerpos hasta los agujeros negros. Sin embargo, no ha logrado integrarse con la mecánica cuántica, lo que deja pendiente una explicación unificada de la física.
Kletetschka busca resolver esta fractura teórica con su propuesta de seis dimensiones totales: tres de espacio y tres de tiempo. Según su análisis, este enfoque permite describir masas de partículas como electrones, muones y quarks, abriendo una vía hacia una posible unificación.
Transforma una idea teórica en algo que puede ponerse a prueba en el laboratorio”, aseguró el investigador.
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¿Cómo se imaginan tres direcciones del tiempo?
La teoría propone que el tiempo se puede imaginar como tres caminos independientes:
- Uno que avanza, como lo experimentamos día a día.
- Otro que permite explorar resultados alternativos de un mismo momento.
- Y un tercero que da acceso a esos futuros posibles, como si fuera un eje entre bifurcaciones.
Este concepto permite visualizar que el presente podría tener más de un desarrollo simultáneo, algo impensable bajo la visión clásica.
¿Y qué pasa con la causa y el efecto?
Uno de los principales retos de cualquier teoría con múltiples dimensiones temporales es la causalidad: que las causas sigan ocurriendo antes que sus efectos. A diferencia de otros modelos, Kletetschka aclara que su teoría conserva ese principio.
También coincide con líneas de investigación como la de Itzhak Bars, de la Universidad del Sur de California, quien ha argumentado que estas dimensiones ocultas del tiempo podrían revelarse en momentos extremos, como el origen del universo o en colisiones de partículas de alta energía.
¿Puede esta teoría unificar la gravedad con la física cuántica?
El principal valor de esta propuesta es su potencial para abordar un problema sin resolver en la física moderna: la reconciliación entre la gravedad (que rige lo muy grande) y la mecánica cuántica (que rige lo muy pequeño).
De acuerdo con Kletetschka, su modelo evita los problemas de infinitos que complican la física cuántica y da lugar a una versión coherente y finita de la gravedad cuántica.
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Este avance abre una posible ruta hacia una “teoría del todo”, algo que la comunidad científica ha buscado desde hace décadas.
Aunque aún es una propuesta teórica, este modelo puede someterse a pruebas en el laboratorio, algo que lo distingue de otras ideas abstractas. Si logra ser confirmado, podría cambiar la forma en que entendemos la estructura básica del universo.