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Cansancio persistente y caída de cabello: síntomas de la deficiencia de hierro que podrías estar pasando por alto

Afecta especialmente a las mujeres por causas hormonales y reproductivas, y puede derivar en anemia y otros problemas de salud.

Cansancio persistente y caída de cabello: síntomas de la deficiencia de hierro que podrías estar pasando por alto

CIUDAD DE MÉXICO.- Fatiga constante, antojos poco comunes y caída del cabello podrían parecer molestias cotidianas, pero en realidad pueden ser señales de una carencia nutricional importante: la deficiencia de hierro. Esta condición, que afecta a millones de personas en el mundo, suele avanzar sin ser detectada durante años, lo que incrementa el riesgo de complicaciones de salud.

Síntomas que pasan desapercibidos

De acuerdo con Women’s Health, las mujeres son particularmente vulnerables a esta deficiencia por factores biológicos y reproductivos. El Dr. Imo J. Akpan, hematólogo del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, explica que detectar a tiempo este problema permite evitar consecuencias más graves como la anemia.

El hierro es un mineral esencial para producir hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre, y mioglobina, que hace lo mismo en los músculos. Aunque está presente en muchos alimentos, el cuerpo depende de una ingesta constante para mantener niveles adecuados, ya que almacena este mineral en forma de ferritina y recurre a esas reservas cuando hay escasez.

¿Quiénes están en mayor riesgo?

Un estudio publicado por JAMA Open Network estima que el 14% de los adultos estadounidenses tienen niveles bajos de hierro, y entre mujeres de 18 a 50 años, esta cifra aumenta hasta el 34%. Las pérdidas menstruales y las demandas del embarazo son factores que elevan el riesgo en mujeres, quienes muchas veces conviven durante años con síntomas sin relacionarlos con una carencia nutricional.

La deficiencia de hierro puede causar más que cansancio. Mareos, dificultad para respirar, síndrome de piernas inquietas, antojos extraños (como comer hielo), cambios de humor e incluso dolor en el pecho pueden ser señales de alerta. Si bien estos síntomas pueden parecer menores, tienen un fuerte impacto en la calidad de vida.

El diagnóstico se confirma con un análisis de sangre que mide los niveles de ferritina. En las mujeres, un nivel inferior a 30 nanogramos por mililitro suele indicar deficiencia. Las causas pueden variar: desde una dieta pobre en hierro hasta enfermedades digestivas que dificultan su absorción.

Alimentación, suplementación y riesgos mayores

Las dietas vegetarianas o veganas también representan un reto, ya que el hierro de origen vegetal se absorbe con menos eficiencia. A esto se suman enfermedades como celiaquía, Crohn, síndrome de intestino irritable o antecedentes de cirugía bariátrica, que complican aún más la absorción. Además, el consumo frecuente de té, café o calcio puede interferir con su aprovechamiento, mientras que la vitamina C ayuda a mejorarlo.

Aunque la anemia es la consecuencia más conocida, no es la única. Investigaciones citadas por Women’s Health han vinculado los bajos niveles de hierro con mayor riesgo de mortalidad, incluso en personas que no presentan síntomas evidentes. En el caso de mujeres embarazadas, la deficiencia puede provocar parto prematuro, bajo peso al nacer y problemas con la placenta.

La mejor forma de prevenir esta condición es a través de la alimentación. Fuentes animales como la carne roja, el pollo y los huevos, así como vegetales como lentejas, espinacas y brócoli, son buenas opciones. También hay alimentos fortificados y suplementos que pueden ayudar, siempre bajo la guía de un profesional de la salud.

Tratamientos efectivos bajo control médico

Cuando la dieta no alcanza, los suplementos orales de hierro pueden ser eficaces, aunque algunas personas presentan efectos secundarios como estreñimiento, diarrea o sabor metálico. Por eso, se recomienda que el tratamiento sea supervisado por un médico, quien puede ajustar la dosis según las necesidades del paciente.

En casos más graves o cuando hay intolerancia a los comprimidos, se puede recurrir al hierro intravenoso. Este tratamiento permite reponer las reservas del cuerpo con una sola aplicación, según explicó la Dra. Keri Peterson, asesora médica del Consejo de la Casa Blanca. Sin embargo, no siempre está disponible o cubierto por seguros médicos.

Detectar y tratar la deficiencia de hierro no solo mejora la energía y concentración, sino que también puede prevenir problemas más serios a largo plazo. Estar atento a los síntomas, hacerse análisis periódicos y cuidar la alimentación son medidas clave para mantener el equilibrio de este nutriente vital.

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