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¿Por qué bebemos sidra en Año Nuevo? Historia, tradición y consejos para tu brindis

Durante la época colonial, los españoles trajeron la tradición de la sidra a América.

¿Por qué bebemos sidra en Año Nuevo? Historia, tradición y consejos para tu brindis

La sidra es una bebida tradicionalmente asociada con celebraciones y ocasiones especiales. En México, especialmente durante las fiestas decembrinas, se convierte en un elemento imprescindible para brindar en Año Nuevo. Su historia, su proceso de producción y las distintas variedades disponibles hacen que esta bebida sea única y especial para cualquier brindis. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre la sidra para este fin de año.

Origen de la sidra

El origen de la sidra se remonta a civilizaciones antiguas como los hebreos, egipcios y griegos, quienes ya conocían la bebida. Sin embargo, fueron los árabes quienes perfeccionaron el proceso de producción, desarrollando técnicas avanzadas para cultivar manzanas y optimizar la fermentación. Durante la época colonial, los españoles trajeron la tradición de la sidra a América, introduciendo las primeras variedades de manzana y las técnicas de fermentación, que encontraron un terreno fértil en las regiones montañosas del centro y norte de México. Hoy en día, lugares como Huejotzingo y Zacatlán de las Manzanas, en Puebla, son conocidos por ser los principales productores de esta bebida en el país.

Proceso de producción

La sidra se obtiene mediante un proceso de fermentación de manzanas frescas y maduras. Primero, las manzanas se recolectan y se lavan cuidadosamente para eliminar cualquier impureza. Luego, se trituran para extraer el jugo, que se deja fermentar en tanques durante varias semanas. Durante este proceso, los azúcares naturales del jugo de manzana se transforman en alcohol, lo que genera una efervescencia característica debido al dióxido de carbono liberado durante la fermentación.

Variedades y estilos

En México, se producen diferentes tipos de sidra, cada uno con sus propias características. La más popular es la sidra elaborada a partir de manzanas Red Delicious, que le da un sabor dulce y suave. Otros prefieren la sidra seca, que tiene un sabor más ácido y menos dulce. También existen versiones con sabores frutales añadidos, como pera, durazno o fresa, que enriquecen la experiencia sensorial y ofrecen una alternativa fresca y novedosa.

La sidra tiene una baja graduación alcohólica, que varía entre el 3 % y el 8 %. Además, se encuentran presentaciones sin alcohol, perfectas para aquellos que desean brindar sin preocuparse por los efectos del alcohol o que puedan interferir con medicamentos.

Consejos para conservar la sidra

Para mantener la calidad de la sidra, es importante almacenarla adecuadamente. Las botellas deben guardarse de pie o recostadas en un lugar seco, fresco y alejado de la luz directa. Se recomienda consumirla antes de la fecha indicada en el envase, ya que, aunque es una bebida segura, después de ese tiempo perderá parte de sus propiedades.

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Lo ideal es enfriar la sidra el mismo día que la vas a servir. Puedes ponerla en un recipiente con hielo durante unos 10 minutos para alcanzar una temperatura de entre 6 y 8 grados centígrados. Evita almacenarla en el congelador y, si decides usar el refrigerador, asegúrate de que no se congele. Si te sobra después del brindis, cierra la botella con un tapón para conservar el carbónico y trata de consumirla en un máximo de dos días.

Con información de Gourmet de México.

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