Las 4 cocinas del mundo que son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO
La UNESCO define el Patrimonio Inmaterial como aquellas expresiones, prácticas y conocimientos que se transmiten de generación en generación y aportan a las comunidades un sentido de identidad y continuidad.
La gastronomía no es solo cuestión de sabores o platillos; representa toda una herencia cultural y social que conecta a las personas con sus raíces. La UNESCO reconoce este valor cultural a través del programa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en el que ha incluido a cuatro cocinas tradicionales por su aportación a la diversidad y la identidad cultural. Este reconocimiento no solo preserva las técnicas culinarias, sino también los rituales, conocimientos y simbolismos que forman parte de estas gastronomías.
¿Qué es el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
La UNESCO define el Patrimonio Inmaterial como aquellas expresiones, prácticas y conocimientos que se transmiten de generación en generación y aportan a las comunidades un sentido de identidad y continuidad. Este patrimonio incluye desde festividades hasta conocimientos sobre la naturaleza, y, por supuesto, prácticas culinarias que forman una parte esencial del legado cultural de una sociedad.
A continuación, exploraremos las cuatro cocinas que han obtenido este reconocimiento:
1. Gastronomía Francesa
La gastronomía francesa, reconocida en 2010, es famosa por su refinamiento y detalle. En ella, cada platillo es un acto de equilibrio donde la presentación y los sabores van de la mano. Este estilo único no solo se basa en los ingredientes, sino en la perfecta armonía entre la comida, el vino y el decorado de la mesa. En Francia, la comida es vista casi como un poema y, por ello, no sorprende que haya sido una de las primeras cocinas en recibir este honor.
2. Dieta Mediterránea
Con un enfoque en ingredientes frescos y locales como las frutas, verduras, aceite de oliva y pescado, la dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Inmaterial en 2013. Esta gastronomía, que abarca países como España, Italia, Grecia y el sur de Francia, no solo es una forma de alimentación, sino un estilo de vida. En torno a ella se desarrollan rituales y celebraciones que fortalecen los lazos comunitarios y el respeto hacia el entorno natural, haciendo de esta dieta una conexión directa entre el ser humano y la tierra.
3. Gastronomía Japonesa: Washoku
El “Washoku,” término que hace referencia a la cocina tradicional japonesa, recibió el reconocimiento de la UNESCO en 2013. La esencia de esta gastronomía está en su meticulosa preparación y en el respeto hacia los ingredientes frescos y de temporada. Platillos como el sushi, el sashimi y otros preparados a base de pescado crudo y arroz son solo una parte de este complejo sistema de conocimientos que vincula al japonés con su entorno y sus tradiciones ancestrales.
4. Cocina Mexicana
La cocina mexicana fue la primera en América Latina en obtener el título de Patrimonio Inmaterial en 2010, destacando la tradición culinaria de Michoacán. La gastronomía mexicana abarca técnicas y saberes que se remontan a tiempos prehispánicos, incluyendo el uso de ingredientes como el maíz, el chile y el frijol, y el uso de herramientas tradicionales como el comal y el molcajete. La cocina mexicana es más que tacos y mole; es una fusión de historia y tradición que sigue viva en cada platillo.
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Ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad va mucho más allá de una distinción. Este título brinda un respaldo internacional que fomenta la preservación de estas tradiciones, apoyando a las comunidades para que mantengan vivas sus prácticas y conocimientos culinarios. Además, alienta el respeto hacia estas culturas y promueve la visibilidad de cada gastronomía en un mundo que tiende a homogeneizarse.
Aunque estas cuatro cocinas son las más conocidas, la UNESCO también ha reconocido otras prácticas culinarias, como el kimchi coreano y el ceviche peruano, ambos símbolos de sus respectivas culturas.
Para quienes desean adentrarse en el mundo de la gastronomía con un enfoque cultural, existen instituciones y programas que se enfocan en preservar y promover las prácticas tradicionales de cada región. En España, por ejemplo, el sello “Patrimonio Gastronómico Protegido” busca proteger alimentos y técnicas tradicionales como el queso manchego y la horchata de chufa.