“Me costó todo”: Comenzó vendiendo galletas en la universidad y ahora su empresa vale más de 3 mil millones de pesos
Cuando un antojo se convierte en una oportunidad millonaria
Una idea simple, una necesidad personal y la perseverancia pueden transformar un pequeño proyecto en una empresa millonaria, o al menos eso es lo que se podía pensar al estudiar el caso del estadunidense Seth Berkowitz, quien a los 43 años es dueño de una empresa que está valuada en 2 millones de dólares (alrededor de 3 mil millones de pesos al año, de acuerdo con un reportaje de CNBC.
Comenzó vendiendo galletas en su universidad, y hoy, su compañía, Insomnia Cookies, es una cadena con más de 260 sucursales en el mundo. A continuación, te contamos cómo pasó de una pequeña idea a un negocio que factura millones.
Un antojo que se convirtió en un negocio
Todo comenzó cuando Berkowitz, estudiante de la Universidad de Pensilvania, sentía la necesidad de un “postrecito” por la noche. Con un gasto inicial de aproximadamente 150 dólares en ingredientes, empezó a hornear galletas en la pequeña cocina que compartía con sus compañeros.
Berkowitz decidió vender las galletas que él mismo preparaba y entregaba por el campus. Al principio, las ganancias eran modestas, pero rápidamente su negocio comenzó a ganar tracción. En su primer semestre, ya había obtenido 10 mil dólares de ganancias.
El crecimiento del negocio
Después de graduarse en 2004, Berkowitz abrió la primera sucursal física de Insomnia Cookies cerca de otro campus universitario en Syracuse, Nueva York. El negocio no fue un éxito inmediato; sin embargo, con trabajo constante y reinvirtiendo todas sus ganancias, comenzó a expandirse. Llegaron nuevas sucursales en otros estados y una mayor demanda por sus productos.
“Era un deseo por una galleta caliente, y quedó claro que era algo que resonaba con otras personas”, comentó Berkowitz.
Los desafíos de profesionalizar un negocio
La transición de ser un pequeño negocio universitario a una empresa profesional fue complicada. Berkowitz descubrió que manejar una empresa con empleados y sucursales requería una inversión significativa, lo que redujo sus márgenes de ganancia al principio. Sin embargo, con el apoyo de inversionistas y probando distintos modelos de negocio, logró estabilizarse.
Durante esta etapa, su cofundador Jared Barnett decidió dejar la empresa, vendiendo su participación a Berkowitz. “En ese momento, mi visión para la empresa ya no estaba alineada con la de Seth, y acordamos separarnos”, comentó Barnett.
La clave del éxito: perseverancia
Después de casi una década de experimentación, Berkowitz volvió a enfocarse en un modelo de negocio basado en tiendas físicas y un fuerte enfoque en la entrega rápida. La combinación de pedidos móviles y sucursales físicas resultó ser un éxito. En 2012, por primera vez, Insomnia Cookies financió una nueva tienda con su propio flujo de efectivo.
“Insomnia Cookies es una historia de perseverancia”, dijo Berkowitz. “Hay tantas razones por las que no deberíamos estar aquí, y aun así lo estamos”.
¿Qué sigue para Insomnia Cookies?
Insomnia Cookies continúa creciendo, con planes de abrir más sucursales en los próximos años. Además, Krispy Kreme, que adquirió una participación mayoritaria en la compañía en 2018, ha anunciado su intención de vender Insomnia, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la empresa.
Sin embargo, Berkowitz sigue enfocado en el crecimiento y en mantener la esencia de su negocio: ofrecer ese “momento delicioso y cálido” que ha sido la clave de su éxito.
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