¿Qué hacer ante el aumento de la resistencia a los antibióticos?
Si hay un punto en el que los antibióticos ya no son eficaces, “ya estamos ahí”, apunta un experto.
En las últimas décadas, el problema de la resistencia a los antibióticos se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud pública global. A medida que se generalizaba el uso de antibióticos, las bacterias comenzaron a desarrollar mecanismos para evadir estos tratamientos, lo que ha llevado a una situación crítica en la que, en ciertos aspectos, los antibióticos han perdido eficacia.
Según Christina Yek, médica investigadora del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, estamos cada vez más cerca de una era postantibióticos, donde las opciones de tratamiento se están volviendo escasas. Este problema es tan grave que, en muchos casos, los antibióticos disponibles no son efectivos contra las infecciones resistentes, lo que se traduce en consecuencias graves como infecciones prolongadas y aumento de la mortalidad.
El aumento de infecciones resistentes a los antibióticos en hospitales ha sido alarmante, especialmente durante la pandemia de COVID-19, cuando estas infecciones crecieron un 32% en comparación con los niveles prepandémicos. Las bacterias resistentes a antibióticos como los carbapenems están afectando cada vez más a pacientes en entornos hospitalarios, y las infecciones causadas por gérmenes resistentes pueden llevar a estancias hospitalarias más largas y a un mayor riesgo de muerte.
El uso indiscriminado de antibióticos tanto en medicina como en la agricultura es una de las principales causas de esta resistencia. Los antibióticos son a menudo utilizados de manera excesiva en el tratamiento de infecciones virales y en la promoción del crecimiento en animales, lo que contribuye a la propagación de bacterias resistentes.
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A pesar de los esfuerzos por desarrollar nuevos antibióticos y mejorar las prácticas de prescripción, la resistencia sigue avanzando. La comunidad científica está trabajando en nuevas estrategias, como la búsqueda de nuevos fármacos y el uso de la inteligencia artificial para identificar nuevas terapias.
Con información de Natgeo.
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