¿Sabías que los atomos que constituyen nuestro cuerpo tienen una antigüedad de más de 13.700 millones de años?
Esta es la razón que explica la antigüedad de los átomos que conforman nuestro ser.
MÉXICO.- Uno de los hechos más sorprendentes que existen en la ciencia, es que los diminutos átomos que constituyen nuestro ser han recorrido un viaje a través del tiempo y el espacio durante más de 13.700 millones de años, desde los albores del Universo conocido como el Big Bang.
¿Cómo es posible que los átomos que nos componen sean tan antiguos? Para entenderlo, es necesario retroceder hasta los inicios del cosmos. Hace más de 13 mil millones de años, el Universo experimentó una explosión colosal: el Big Bang. En ese momento, surgieron los primeros protones, neutrones y electrones, los componentes básicos de la materia. Estos átomos primigenios iniciaron su viaje, fusionándose en estrellas, colisionando en supernovas y dispersándose por el vasto espacio.
A lo largo de eones, estos átomos ancestrales se entrelazaron en moléculas, se integraron en las rocas, fluyeron en ríos y, finalmente, se incorporaron a los seres vivos. Cada aliento, cada latido de nuestro corazón, cada pensamiento que atraviesa nuestra mente, está impulsado por estos átomos antiguos. Somos, en esencia, testigos vivientes del nacimiento del Universo.
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La tabla periódica como un reflejo de nuestra composición
La Tabla Periódica de los Elementos se convierte en un mapa de nuestra propia estructura. Cada elemento químico, desde el hidrógeno hasta el calcio, tiene su origen en lejanas estrellas y cataclismos cósmicos. El carbono, vital para la vida tal como la conocemos, se formó en el calor de las supernovas. El oxígeno, esencial para nuestra respiración, proviene de la fusión nuclear en el interior de las estrellas masivas.
Así, al observar la Tabla Periódica, no solo vemos símbolos y números, sino también la narrativa épica de nuestra propia existencia. Cada átomo en nuestro cuerpo ha viajado a través de galaxias, ha experimentado la expansión del Universo y ha sido modelado por fuerzas cósmicas incomprensibles.
El asombro de la vida cotidiana.
En nuestra vida diaria, rara vez reflexionamos sobre la antigüedad de los átomos que nos componen. Sin embargo, al comprender su origen cósmico, podemos maravillarnos ante la complejidad de nuestra existencia. Cada célula, cada enlace químico, es un testimonio de la vastedad y la belleza del Universo.
Así que la próxima vez que observes tus manos, recuerda que estás sosteniendo fragmentos del Big Bang. Los átomos que te conforman han viajado desde los albores del tiempo hasta este preciso instante. Eres, en esencia, una obra maestra cósmica.
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