Ilusiones bajo el árbol

Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), la demanda crece cada año en diciembre, impulsada por la búsqueda de artículos que fomenten creatividad, convivencia y desarrollo; la tendencia general apunta a juguetes que invitan a construir, imaginar y compartir en familia.

Los expertos explican que más allá de la moda, los juguetes siguen siendo una herramienta clave para el desarrollo emocional y cognitivo.

Especialistas en desarrollo infantil coinciden en que la elección correcta puede fortalecer habilidades como la resolución de problemas, la comunicación y la motricidad, especialmente cuando se juega acompañado.

Estilos

El árbol que reúne: símbolo vivo de la Navidad

Las familias mexicanas también buscan cada vez más juguetes que resistan el uso diario y fomenten actividades que alejen a los niños del sedentarismo.

De acuerdo con el análisis anual de Profeco, los productos más solicitados son aquéllos que impulsan movimiento, participación en equipo o actividades creativas de larga duración.

La normativa vigente exige que los juguetes comercializados en México cumplan con requisitos de seguridad, como etiquetado visible, materiales que no representen riesgo y ausencia de bordes filosos; la información debe incluir edad recomendada y advertencias claras, algo que las familias deben revisar antes de comprar.

Otra recomendación clave es preferir juguetes que fomenten el juego compartido; en épocas navideñas, los momentos más memorables no provienen del objeto en sí, sino del tiempo que se pasa con la familia explorando, armando o inventando historias.

Cada año, diciembre se convierte en el escaparate perfecto para que los niños descubran mundos nuevos y las familias revivan la magia del juego; recuerda que una Navidad con seguridad es, siempre, una Navidad más feliz.

En estas fechas también se observa un creciente interés por juguetes con contenido educativo que acerquen a los niños a disciplinas como ciencia, arte o tecnología.

Las familias valoran opciones que mezclan diversión con aprendizaje, pues permiten que el juego se convierta en una oportunidad de descubrimiento y curiosidad constante.

El comercio local y los emprendedores han ganado terreno dentro de las preferencias navideñas, especialmente aquellos que ofrecen juguetes artesanales o productos hechos a mano, opciones que se distinguen por su originalidad y por la cercanía emocional que generan, al conectar a los niños con historias y creadores detrás de cada pieza.

Finalmente, la temporada es un recordatorio del impacto social que puede tener un regalo bien elegido: diversas iniciativas comunitarias invitan a donar juguetes en buen estado para llevar ilusión a niñas y niños en situación vulnerable, fortaleciendo el sentido de solidaridad que caracteriza al mes de diciembre y haciendo que la magia llegue a más hogares.