¿En qué mes nacen los niños más inteligentes? La ciencia analiza la relación entre el mes de nacimiento y la inteligencia infantil

Durante años, la inteligencia se ha explicado principalmente por la genética, el entorno familiar y la educación. Sin embargo, investigaciones recientes en psicología educativa y ciencias del desarrollo comenzaron a analizar un factor menos evidente: el mes de nacimiento.

A partir de estudios longitudinales, análisis de rendimiento escolar y evaluaciones cognitivas en distintos países, especialistas detectaron patrones estadísticos que relacionan la fecha de nacimiento con ciertas ventajas intelectuales durante la infancia y la adolescencia. Estos hallazgos han sido difundidos por investigadores en educación y desarrollo infantil y retomados por divulgadores científicos.

Los expertos aclaran desde el inicio que el mes de nacimiento no determina la inteligencia, pero sí puede influir de forma temporal en algunas habilidades cognitivas, sobre todo en los primeros años escolares.

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Qué dice la ciencia sobre los meses con ventajas cognitivas

De acuerdo con el análisis de grandes bases de datos educativos, los niños nacidos en octubre, noviembre y diciembre suelen mostrar mejores resultados promedio en algunas evaluaciones cognitivas y académicas durante etapas tempranas.

Estas diferencias no se explican por una mayor capacidad innata, sino por factores relacionados con el contexto escolar, la edad relativa y la forma en que los niños se adaptan a las exigencias del sistema educativo.

Los investigadores señalan que estas ventajas se observan principalmente en pruebas de atención, memoria de trabajo, autocontrol y resolución de problemas en edades escolares.

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El “efecto de la edad relativa”: la clave para entender el fenómeno

Uno de los conceptos centrales en estos estudios es el llamado “efecto de edad relativa”. En la mayoría de los sistemas educativos, los alumnos se agrupan por año calendario, lo que genera diferencias de hasta doce meses entre niños de un mismo salón.

Los menores nacidos hacia el final del año suelen iniciar la escuela siendo más jóvenes que sus compañeros. Esta situación los expone antes a retos académicos y sociales, lo que puede impulsar el desarrollo temprano de habilidades como:

• Adaptación al entorno escolar
• Atención sostenida
• Autocontrol emocional
• Estrategias de aprendizaje

Con el tiempo, esta exigencia adicional puede reflejarse en mejores resultados estadísticos en ciertas pruebas cognitivas.

Especialistas en desarrollo infantil subrayan que estas diferencias no son definitivas ni universales. El impacto del mes de nacimiento se manifiesta con mayor claridad solo cuando el entorno educativo es estable, estructurado y estimulante.

En contextos con carencias sociales, económicas o educativas, el mes de nacimiento pierde peso frente a factores mucho más determinantes, como el acceso a la educación, la nutrición, la salud y el acompañamiento familiar.

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Además, conforme avanza la edad, estas ventajas tienden a diluirse. En la adolescencia y la adultez, influyen más la formación académica, la experiencia, los hábitos de estudio y el aprendizaje continuo.

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Lo que los padres deben tener en cuenta

Los expertos coinciden en que estos hallazgos no deben usarse para etiquetar a los niños ni para generar expectativas rígidas. La inteligencia es un proceso dinámico que se construye con el tiempo y responde a múltiples factores.

Más allá del mes de nacimiento, las recomendaciones prácticas se mantienen claras:

• Estimular el aprendizaje desde edades tempranas
• Respetar los ritmos individuales de desarrollo
• Ofrecer entornos escolares y familiares seguros
• Fomentar la curiosidad, la lectura y el juego

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La evidencia científica sugiere que nacer en ciertos meses, como octubre, noviembre o diciembre, puede asociarse con ventajas cognitivas temporales durante la infancia, principalmente por el efecto de la edad relativa en el sistema escolar.

Sin embargo, la ciencia es clara: la inteligencia no está predeterminada por una fecha de nacimiento, sino que es el resultado de la interacción entre biología, entorno, educación y experiencias de vida.