¿La carne roja influye en el alto rendimiento? Esto dicen los especialistas

La búsqueda del máximo rendimiento físico ha puesto bajo la lupa un alimento tradicional: la carne roja. Su papel en la nutrición deportiva genera un intenso debate entre atletas profesionales y aficionados.

¿Es un pilar nutricional irremplazable o un alimento con riesgos que se puede limitar? Según lo retomado en Infobae, expertos en nutrición y rendimiento analizan la evidencia, desmitifican creencias y proponen un enfoque práctico que prioriza la salud integral, la constancia y el bienestar mental del deportista. Esta guía recopila sus conclusiones para ayudarte a tomar decisiones informadas.

¿Es realmente necesaria la carne roja para un alto rendimiento?

La creencia de que la carne roja es indispensable en la dieta del deportista ha sido cuestionada. Roberto Oliver, nutricionista especializado en atletas, sostiene una postura flexible y aclara que no es un alimento absolutamente necesario. “Existen deportistas olímpicos veganos totalmente que mantienen un alto rendimiento”, afirma Oliver. Esto demuestra que es posible alcanzar la cima deportiva sin consumirla.

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Su valor nutricional radica en aportar hierro de fácil absorción y proteínas de alta calidad. Sin embargo, Oliver recalca que estos nutrientes se pueden obtener de otras fuentes, como legumbres, cereales integrales, frutos secos y, en dietas que lo permitan, de otras carnes o pescados. La decisión de incluirla o no, por tanto, se vuelve una cuestión de preferencia y estrategia dietética individual, no una obligación.

La otra cara de la moneda: Riesgos potenciales y calidad actual

Más allá de los nutrientes, los expertos advierten sobre consideraciones de salud que no pueden ignorarse. Juan Bola menciona que la grasa saturada de la carne roja procesada está clasificada como “carcinógeno tipo uno” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una categoría que incluye a los agentes con evidencia suficiente de causar cáncer en humanos.

Roberto Oliver agrega que “la carne tiene cosas potencialmente peligrosas a nivel de cáncer”, aunque también señala que parte de la evidencia científica citada por la OMS podría requerir actualizaciones. Un punto en el que coinciden todos es en la pérdida de calidad nutricional de los productos actuales.

“La calidad de la carne no es la misma que antes, seguramente ahora es peor”, comentan, un fenómeno que también extienden a otros alimentos, señalando que “la propia leche ha bajado mucho su contenido en omega-3”. Esto subraya la importancia de priorizar la calidad y el origen de los alimentos que consumimos.

La estrategia ganadora: Variedad, constancia y flexibilidad psicológica

Los especialistas concuerdan en que el enfoque óptimo va más allá de demonizar o glorificar un solo alimento. La clave está en el patrón dietético global.

1. Variedad por sobre todo: Oliver aboga por una “alimentación mucho más variada”. Depender de una sola fuente de nutrientes, como la carne roja, limita la diversidad de vitaminas, minerales y compuestos beneficiosos que ofrecen otros alimentos. En deportistas con alta demanda proteica, puede ser una herramienta conveniente, pero no la única.
2. La constancia es el verdadero pilar: El éxito nutricional no se mide por la perfección de un día, sino por la adherencia sostenida. Oliver explica que lo crucial es mantener una alimentación adecuada en “el 85 o 90% de la vida”. Juan Bola refuerza esta idea: “la perfección no es buena”; en su lugar, la constancia lo es todo.
3. El factor psicológico decisivo: El 10 o 15% restante de flexibilidad es vital para la salud mental. Permitirse disfrutar ocasionalmente de alimentos por placer “puede aportar un beneficio mental” crucial, especialmente para quienes manejan el estrés del deporte y la vida laboral. Los cambios dietéticos radicales que ignoran el contexto social y el disfrute personal suelen fracasar.

Un equilibrio informado y personalizado

La discusión sobre la carne roja en el deporte no busca dar una respuesta universal, sino proporcionar herramientas para una decisión personal. La nutrición deportiva de vanguardia no se trata de dogmas, sino de ofrecer información adecuada para que cada persona decida qué hacer con su vida.

El consenso de los expertos apunta hacia un camino intermedio: reducir su consumo, especialmente en deportistas aficionados, priorizar fuentes de calidad, y construir una dieta diversa donde la constancia y el bienestar psicológico sean los pilares centrales. El objetivo final es claro: encontrar el equilibrio sostenible entre la optimización de la salud, el rendimiento físico y el disfrute cotidiano. Escuchar a tu cuerpo y adaptar la dieta a tu realidad es, en última instancia, la estrategia más inteligente.