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Cómo escoger una sandía dulce sin necesidad de abrirla

Identificar el punto de apoyo, el peso y el sonido al golpear son algunas técnicas para seleccionar una fruta en su punto óptimo de madurez.

Cómo escoger una sandía dulce sin necesidad de abrirla

En temporada de calor, la sandía se posiciona como una de las frutas más buscadas por su capacidad para hidratar y refrescar. Sin embargo, seleccionar una pieza que esté dulce y en su punto perfecto de madurez puede representar un desafío. Para ello, según el portal Cocina Vital, existen métodos sencillos que permiten evaluar su calidad sin necesidad de cortarla.

La mancha en la cáscara: El punto de apoyo

Una de las señales más confiables se encuentra en la cáscara. Se trata de una mancha pálida, conocida como “punto de apoyo”, que indica el lugar donde la fruta reposó en la tierra durante su crecimiento.

  • Madurez óptima: Cuando esta mancha presenta un color amarillo cremoso o mostaza, es un indicador de que la sandía maduró completamente bajo el sol.
  • Falta de madurez: Si la mancha es de tonalidad blanca o verdosa, sugiere que la fruta fue cosechada de manera prematura y es probable que su sabor sea menos dulce.

El peso: Un indicador de jugosidad

Al momento de la compra, se sugiere tomar varias sandías de tamaño similar para compararlas. Una sandía madura, debido a su alto contenido de agua, suele sentirse más pesada de lo que aparenta. Seleccionar la pieza de mayor peso entre opciones de tamaño equivalente aumenta la probabilidad de llevar a casa una fruta jugosa.

Cómo escoger una sandía dulce sin necesidad de abrirla | Foto: canva

El color y las marcas exteriores

La apariencia general de la cáscara ofrece pistas valiosas sobre la calidad del producto.

  • Coloración: Una sandía lista para consumir generalmente tiene una cáscara de color verde oscuro y opaco.
  • Textura de la superficie: Se recomienda evitar aquellas con una piel excesivamente brillante, ya que esta característica suele asociarse con inmadurez. Por el contrario, la presencia de un patrón de vetas o manchas de color marrón, que pueden asemejarse a una telaraña, es considerado por muchos un signo de dulzura.

La prueba del sonido

Esta técnica tradicional sigue siendo una de las más utilizadas. Consiste en dar ligeros golpes con los nudillos en la superficie de la fruta y prestar atención al sonido que produce.

  • Sonido deseado: Un sonido profundo y hueco indica que la sandía está en su punto.
  • Sonido no deseado: Si el sonido es sólido o apagado, es probable que la fruta aún no haya alcanzado su madurez completa.

La forma y la uniformidad

La estructura de la sandía puede revelar la calidad de su desarrollo. Se aconseja elegir piezas que tengan una forma uniforme, ya sea redonda u ovalada, según la variedad. Se sugiere evitar aquellas con abolladuras, grietas o formas irregulares, ya que estas imperfecciones pueden ser resultado de un crecimiento desigual que afecta la textura y el sabor.

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La firmeza de la cáscara

La textura al tacto es otro factor a considerar. Al presionar ligeramente la superficie, la corteza debe sentirse firme. Si la cáscara cede con facilidad o se siente blanda, la fruta podría haber pasado su punto óptimo de madurez. Una corteza extremadamente dura, por su parte, podría indicar lo contrario.

La elección de una sandía madura y dulce es una habilidad que se perfecciona con la práctica. La aplicación combinada de estos consejos incrementa las posibilidades de seleccionar una pieza que cumpla con las expectativas de sabor y frescura. Para garantizar la máxima calidad e higiene, se recomienda adquirir la fruta entera y realizar el corte en el hogar.

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