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Mirar el móvil al despertar puede afectar el cerebro, la salud y la personalidad, alerta estudio

Expertos alertan que revisar el teléfono como primera acción del día incrementa el estrés, afecta el estado de ánimo y revela patrones psicológicos como impulsividad, hiperconectividad y necesidad de validación.

Mirar el móvil al despertar puede afectar el cerebro, la salud y la personalidad, alerta estudio

CIUDAD DE MÉXICO. 15 DE NOVIEMBRE DE 2025.- Suena la alarma, la apagamos con los ojos entrecerrados y, antes de siquiera estirarnos, desbloqueamos la pantalla para revisar notificaciones, mensajes y redes sociales. Este gesto —que millones realizan cada mañana sin cuestionarlo— se ha convertido en la primera acción del día y, para muchos, en un reflejo que marca el resto de la jornada.

El teléfono móvil dejó de ser un accesorio para convertirse en una extensión del cuerpo. Lo llevamos a todas partes, atendemos con él casi todas nuestras tareas diarias y, por ello, es también lo primero que buscamos al abrir los ojos.

Aunque parezca inofensivo, este hábito tiene efectos profundos tanto psicológicos como fisiológicos. La forma en que nos despertamos determina en gran medida cómo será nuestro día, y comenzar con una pantalla delante no es la mejor estrategia.

Efectos en la salud: más que cansancio visual

De acuerdo a Infobae México, revisar el móvil nada más despertar tiene consecuencias que van mucho más allá del ya conocido cansancio ocular. Los expertos advierten que esta práctica genera un aumento inmediato de cortisol, la hormona del estrés, especialmente si lo primero que vemos son noticias negativas, mensajes urgentes o pendientes acumulados.

A nivel emocional, empezar el día sumergido en redes sociales puede afectar el estado de ánimo de forma significativa. La comparación constante, la presión social y la exposición a contenido que no controlamos pueden detonar frustración o baja autoestima desde primera hora.

Este hábito también interfiere con rutinas saludables como el desayuno, el ejercicio o simplemente llevar a cabo una higiene matutina adecuada. El llamado scroll infinito atrapa y retrasa actividades esenciales para comenzar el día con equilibrio. Además, investigadores han demostrado que mirar el móvil al despertar refuerza una relación tóxica con la tecnología, asociada también a problemas de descanso nocturno.

Ante esto, psicólogos y especialistas en salud recomiendan establecer una “zona libre de pantallas” durante los primeros 20 a 30 minutos después de despertar. Meditar, estirar, escribir un diario o simplemente disfrutar un desayuno sin distracciones pueden marcar una diferencia significativa en la salud mental.

El “cuello tecnológico” es una consecuencia de pasar mucho tiempo frente a pantallas o conduciendo/Foto: Canva

Lo que revela de nuestra personalidad este hábito

La plataforma de educación en salud CuídatePlus destaca que este comportamiento temprano forma parte de lo que algunos especialistas llaman hiperconectividad matutina. Este impulso está vinculado a varios rasgos psicológicos que se repiten entre quienes no pueden evitar consultar el móvil al minuto de abrir los ojos.

Entre ellos destacan:

• FOMO o miedo a perderse algo

La necesidad de estar siempre informados genera ansiedad y un impulso constante por revisar lo que ocurrió mientras dormíamos.

• Impulsividad y dependencia

El teléfono se vuelve una fuente inmediata de dopamina. El cerebro asocia la pantalla con recompensa rápida, haciendo cada vez más difícil resistir el hábito.

• Altos niveles de estrés

La ansiedad alimenta un círculo vicioso: cuanto más se revisa el teléfono, mayor es la sensación de urgencia e inquietud.

• Falta de límites personales

Según la psicóloga Laura Fuster, muchas personas mantienen este hábito pese a saber que es perjudicial. No establecer límites con la tecnología es un indicador frecuente de agotamiento emocional y desorganización.

• Necesidad de validación externa

Las notificaciones, los “me gusta” y los mensajes activan el sistema de recompensa, pero también reducen la capacidad de concentración, fomentan la procrastinación y afectan la autoestima.

Una barrera para el bienestar diario

La obsesión por revisar el móvil desde el primer minuto del día actúa como una barrera invisible que aleja a las personas de lo que realmente importa: la conexión consigo mismas, el establecimiento de límites y el cuidado consciente de la salud. Aunque el teléfono es ya una herramienta imprescindible, la forma en que lo usamos —especialmente al despertar— puede determinar el tono completo de nuestra jornada.

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