Pabellón del Vaticano desafía las normas convencionales
Las obras estáticas, la danza y el cine también tienen un papel destacado en el pabellón.
Venecia.- El pabellón del Vaticano en la Bienal de Venecia desafía las normas convencionales al instalarse en la cárcel de mujeres de Giudecca, donde las internas se convierten en artistas y guías de museos.
Bajo el título ‘Con mis Ojos’, el proyecto comisariado por Chiara Parisi y Bruno Racine se centra en los derechos humanos, aludiendo a un verso bíblico para animar a los visitantes a una experiencia visual profunda.
Los visitantes, desprovistos de dispositivos electrónicos, son guiados por las internas para explorar las obras de artistas destacados como Maurizio Cattelan, Bintou Dembélé y Claire Fontaine.
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Poder en el arte
Este pabellón, que será visitado por el papa Francisco, busca reflexionar sobre el poder en el arte y las instituciones, alentando a los espectadores a una experiencia sensorial sin distracciones tecnológicas.
Talleres, danza, cine y pintura llenan el espacio, brindando una variedad de expresiones artísticas que desafían las estructuras de poder.
Obras como las placas de lava esmaltadas de Simone Fattal y la instalación al aire libre de Maurizio Cattelan dan inicio a una experiencia inmersiva.
Retratos de las reclusas
Claire Tabouret presenta retratos de las reclusas cuando eran jóvenes, recordando la dignidad y la identidad de cada una. En el patio central, Claire Fontaine invita a los visitantes a trascender fronteras simbólicas y prejuicios con su obra ‘Estamos contigo en la noche’.
Otras instalaciones como ‘White Sight’ y ‘Sinfonia’ ofrecen experiencias visuales únicas, mientras que las obras de arte pop de la hermana Corita Kent añaden un toque de activismo y comunicación social en el área de la cafetería.
Además de las obras estáticas, la danza y el cine también tienen un papel destacado en el pabellón, con una coreografía creada por Bintou Dembélé y un cortometraje dirigido por Marco Perego y protagonizado por Zoe Saldana, filmado en la prisión de Giudecca con la participación de las internas.
La colaboración entre artistas y reclusas destaca la importancia de explorar las historias y experiencias de aquellos que viven dentro de la prisión.
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