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¿Por qué comer chiles picantes puede ser bueno para tu salud?

La capsaicina, al entrar en contacto con la saliva, se une a los receptores TRPV1 en la boca y la lengua, activando la sensación de ardor. 

CIUDAD DE MÉXICO.- Los chiles picantes no solo son conocidos por su sabor ardiente, sino también por desencadenar una serie de reacciones en el cuerpo humano. La capsaicina, un compuesto químico presente en estos picantes frutos, es la responsable de esa sensación de quemazón que puede resultar tanto dolorosa como placentera para quienes se aventuran a probarlos.

Aunque comúnmente se cree que la semilla es la parte más picante del chile, en realidad, es la capa blanca y esponjosa llamada placenta la que concentra la mayor ferocidad. La capsaicina, al entrar en contacto con la saliva, se une a los receptores TRPV1 en la boca y la lengua, activando la sensación de ardor. Estos receptores, vinculados al sistema nervioso y la percepción del dolor, hacen que el cerebro interprete literalmente que la boca está ardiendo.

Desde un punto de vista evolutivo, las plantas de chile desarrollaron la capsaicina como una defensa contra los mamíferos, ya que las aves, principales dispersores de sus semillas, no tienen receptores TRPV1 y, por lo tanto, no experimentan el mismo ardor.

Sin embargo, los humanos, a diferencia de otros mamíferos, parecen disfrutar de esta sensación picante. La escala de medición de la ferocidad de los chiles, conocida como SHU (Scoville Heat Units), revela la diversidad en la intensidad de esta experiencia, desde chiles moderados hasta variedades extremadamente picantes, como el chile de Naga, con 1,57 millones de SHU.

Aunque para algunos la experiencia de comer chiles extremadamente picantes puede ser intensa e incluso desafiante, algunos estudios sugieren posibles beneficios para la salud. Investigadores de la Universidad de Vermont analizaron datos de 16,000 estadounidenses y encontraron que aquellos que consumían chiles rojos picantes tenían un 13% menos de probabilidades de morir durante un período de casi 20 años. Otro estudio en China llegó a conclusiones similares.

Los expertos especulan que la capsaicina podría contribuir a mejorar la fluidez de la sangre o generar cambios positivos en la flora intestinal. Además, el consumo de chiles extremadamente picantes puede desencadenar la liberación de endorfinas, opiáceos naturales que, como los opiáceos, pueden inducir una sensación de felicidad.

A pesar de los beneficios potenciales, la clave está en el equilibrio y la moderación. El doctor Michael Mosley, participante en una competición de comer chiles picantes, describe cómo su cuerpo liberó adrenalina en respuesta al ardor, lo que podría estar relacionado con la sensación de placer. Así que, disfrutar de chiles picantes puede ser más que una experiencia culinaria, también podría aportar beneficios a la salud, siempre que se consuman con sensatez.

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