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Descubre los beneficios de acompañar tu café con un vaso de agua

El agua desempeña un papel crucial al limpiar el paladar, preparándolo para apreciar plenamente todos los matices del café

CIUDAD DE MÉXICO.- En el fascinante mundo del café, las costumbres y tradiciones desempeñan un papel crucial en la experiencia de disfrutar de esta apreciada bebida.

Una práctica común que ha perdurado a lo largo del tiempo es la de acompañar el café con un vaso de agua, y según la información proporcionada por Cocina Vital, esta costumbre va más allá de la mera etiqueta.

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Razones para acompañar tu café con agua

Es probable que hayas observado que en muchas cafeterías se sirve un vaso de agua junto a un espresso o un filtrado. Pero, ¿Cuál es el propósito de esta acompañante hidratante? La respuesta es simple: mejorar la experiencia de saborear el café.

El agua desempeña un papel crucial al limpiar el paladar, preparándolo para apreciar plenamente todos los matices del café.

Se aconseja beber agua antes de tomar café para eliminar los sabores residuales de otros alimentos, permitiendo así identificar de manera más clara los atributos del espresso al entrar en la boca.

Además, el agua mitiga la sed, contribuyendo a una experiencia sensorial más completa. Es esencial destacar que el agua debe estar a temperatura ambiente, ya que demasiado fría puede adormecer las papilas gustativas y disminuir la percepción del sabor.

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Al finalizar el café, la tradición sugiere tomar agua para eliminar los restos de la bebida y la molienda, preparando así el paladar para disfrutar de más café o cualquier otro alimento.

El origen de la tradición

El acompañar el café con agua tiene raíces que se remontan a épocas históricas. Diversas teorías circulan sobre su origen, y algunas apuntan a los buenos modales de la realeza de Viena, quienes comenzaron a consumir café. Otra versión sugiere que era un gesto de respeto y cortesía de los establecimientos hacia sus comensales.

En el siglo XIX y principios del XX, los lujosos cafés europeos eran lugares frecuentados por nobles y burgueses. Para fidelizar a estos distinguidos clientes, se les ofrecía periódicos y agua, brindándoles una experiencia acogedora que trascendía más allá de la calidad del café.

En resumen, el acto de acompañar el café con agua no solo es una tradición arraigada en la historia, sino también una práctica que mejora la experiencia sensorial y contribuye a la pureza de cada sorbo.

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