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El Imparcial / Espectaculos / Franco Escamilla

Franco Escamilla revela que le daba "vergüenza" ser comediante

En entrevista con Yordi Rosado, el actor y comediante, Franco Escamilla, habló sobre los inicios de su carrera y reveló cómo fue que empezó a gustarle su trabajo.

CIUDAD DE MÉXICO. – En entrevista con Yordi Rosado, el comediante, actor, músico y empresario mexicano, Franco Escamilla, estuvo como invitado especial en el programa, dónde reveló que perdió el sentido del olfato, aunque aún no sabe por qué sucedió esto.


A lo largo del show, Franco habló sobre su profesión y sus inicios en la comedia, sobre eso, el también actor confesó que el no quería ser comediante, pero en uno de sus shows como cantante, se dio la oportunidad cuando era invitado a distintos lugares.


Sobre eso, Escamilla recordó que Oscar Burgos, su padrino de profesión, lo comenzó a invitar a cantar, pero con la condición de que contara chistes al inicio o al final de las canciones, pues atraería más público de esa forma, reveló.


Franco Escamilla sentía pena de ser comediante

Yo no quería ser comediante, me daba pena decir que era comediante, no me gustaba que me dijeran que era uno. Me sonaba como al payasito, yo traía mis traumas de: ´No quiero que se rían de mí, no quiero que se burlen de mí´, contó Franco.


Ante esto, Yordi le recordó su etapa en la que cantaba en los camiones de transporte público, cuestionándolo si le daba más vergüenza contar chistes y bromas que lo otro, a lo que Escamilla contestó que sí.


De esta forma, Franco habló sobre su primer show donde comenzó a disfrutar su profesión, recordó que tuvo que abrir un programa cantando, pero como debía cubrir a un comediante que no llegó, tuvo que hacer 40 minutos más en el escenario. Con ello, el también actor recordó que tuvo una experiencia ese día con un mecánico que intentó robarle y decidió contarlo en el escenario.


“Subo al escenario esa noche, después de cantar durante dos horas, de cantar media hora más mis canciones, que a todo el mundo les valió ma*** y empiezo a hablar de mi experiencia. Hablando diez minutos, saqué tres o cuatro risillas y se sintió bien, y te lo juro que cuando bajé del escenario ya no estaba tan enojado como cuando me subí”, confesó Escamilla.


Luego de esto, Franco recordó que días después volvió a hacer la rutina, y al ver la reacción de las personas, se dio cuenta que era a lo que “quería dedicarse toda su vida". En especial porque cuenta las cosas que le suceden en día a día, sobre todo las malas experiencias.


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