Pareja de víctima de Pablo Lyle expresa molestia tras posible deportación del actor

Ciudad de México.- Mercedes Arce, esposa de Juan Hernández, quien murió tras el altercado de tránsito con Pablo Lyle, expresó su descontento después de que trascendiera que el actor podría librarse de su condena en Estados Unidos si se deportaba a México.

La jueza Marisa Tinkler dictó sentencia de 5 años de prisión y 8 en libertad condicional a Pablo después de que fuera declarado culpable de homicidio involuntario, ahora ha trascendido que un recurso de las autoridades estadounidenses podría hacer que Lyle no pagara toda su condena, por lo que Arce, estalló en entrevista para el programa ¡Siéntese quien pueda!

No es justo que haya hecho un crimen en los Estados Unidos y lo quieran deportar a su país para que no cumpla, eso no es justo, hay una madre que está llorando todas las noches, que cumple 92 años, un nieto que no pudo disfrutar de su abuelo, un hijo que nada más lo vio dos años y a mí que me dejó sola… ¿Por qué razón?, yo me pregunto, ¿porque es una figura pública?, ¿porque es artista?, si eso lo hace otra persona tiene que cumplir”

Expresó molesta.

Condena injusta

De la misma manera, Mercedes manifestó que no considera que la condena de Pablo Lyle sea justa para la pérdida que tanto ella como toda su familia tuvo. “No, yo pensaba que eran más años, el máximo de lo que le daban por esa causa. Sigo creyendo en la justicia, y yo sé que hay un Dios divino también”, declaró.

Asimismo, Arce puntualizó que está en contra de toda esta situación, sobre todo porque nunca vio una disculpa sincera por parte de Lyle.

“Para serte sincera, no lo sentí de corazón. La hermana y (Lucas) Delfino, (me dijeron) que lo sentían muchísimo, que les daba mucha pena, sentí más ello (sic), a veces me pregunto yo ¿pensaría él que estaba actuando para una serie?, porque es que no entiendo ¿por qué con ese coraje él se bajó del carro?, no lo entiendo”, expuso.

Finalmente, Mercedes Arce explicó que no ha podido desprenderse de las cenizas de Juan Hernández. “No he querido deshacerme de ellas, su hijo me dijo que ya era tiempo para echarlas al mar, pero yo no he querido deshacerme de ellas”, confesó.