Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Dinero / Economía

¿Tiendes a caer en gastos emocionales? Identifica la razón psicológica y tu bolsillo te lo agradecerá

Reconoce estos patrones y las causas detrás de ellos para administrar mejor tu dinero.

MÉXICO.- De acuerdo con Joyce Marter, una especialista en el tema del medio Psychology Today, los gastos emocionales refieren a la forma en que una persona se deja guiar por los estímulos emocionales para utilizar recursos económicos.

Aunque la mayoría de las personas han incurrido en gastos emocionales en algún momento de sus vidas, esto puede tener un impacto significativo en sus finanzas a largo plazo.

A diferencia de los gastos habituales, el gasto emocional ocurre cuando permitimos que nuestras emociones, como el miedo, el pánico, el estrés, la ira y la inseguridad, influyan en nuestras decisiones financieras.

¡Cuidado con los anuncios comerciales!

Un gran factor en estos casos son los anuncios comerciales, debido a que las estrategias de marketing buscan conectar con los posibles consumidores a través de sus emociones y así motivar a las personas a adquirir sus productos o servicios.

Por esto, es de gran relevancia comprender los desencadenantes psicológicos de los consumidores se ha convertido en un factor determinante en el ámbito de la publicidad y el marketing, ya que aprovechan nuestras emociones para incitarnos a gastar más.

La inteligencia emocional puede salvar tu bolsillo

De acuerdo con Joyce Marter, debemos prestar especial atención a nuestras emociones al momento de pensar en adquirir algún producto, puesto que tienen un impacto significativo en nuestras decisiones económicas, lo cual puede derivar en compras impulsivas, gastos innecesarios y, eventualmente, a contraer grandes deudas.

Para evitar caer en malas decisiones económicas, la experta aconseja aprender a identificar, comprender y controlar nuestras emociones mediante la inteligencia emocional y, de esta manera podremos involucrarnos en gastos sin dejarnos llevar por las emociones, tomando en cuenta la conciencia financiera, la racionalidad, la practicidad y la imparcialidad emocional.

Según una investigación que realizó Marter, nuestra capacidad para controlar nuestras emociones se relaciona con los niveles más bajos de materialismo y compras compulsivas.

De esta manera, en lugar de que nuestra economía se vea perjudicada por una mala administración de la misma, basada en compras irracionales y los llamados “gastos hormiga”, si contamos con inteligencia emocional, podremos ser capaces de analizar nuestros patrones de gasto y gestionar nuestro dinero de manera más conveniente.

En esta nota