Por esta razón no debes prestar tu tarjeta de crédito: Ojo con el SAT

CIUDAD DE MÉXICO.-En el complicado mundo de las finanzas personales, las tarjetas de crédito juegan un papel fundamental en la vida cotidiana de muchas personas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta la relación entre estas tarjetas y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para evitar posibles problemas fiscales.

“El SAT, encargado de fiscalizar todas las cuentas, sin importar si son de nómina, tarjetas de crédito o débito, ha implementado una medida conocida como discrepancia fiscal”, dice César Cervantes, experto en contabilidad e impuestos.

Esta consiste en identificar situaciones en las que los gastos declarados superan los ingresos reportados, lo cual puede generar dudas y despertar la atención de las autoridades fiscales".

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Una de las prácticas que se debe evitar es prestar tarjetas de crédito personales a terceros para que realicen compras.

Aunque pueda parecer inofensivo, este acto puede interpretarse como ingresos no declarados por parte del titular de la tarjeta, lo que conlleva multas y sanciones por parte de las autoridades.

La condonación de deudas por parte de los bancos también puede tener consecuencias fiscales. Incluso si se decide no pagar una deuda, es importante recordar que esa condonación se considera ingreso y debe ser reportada correctamente al SAT.

El método para pagar las tarjetas de crédito

El método de pago utilizado para saldar las deudas de las tarjetas de crédito también es relevante.

Se recomienda realizar los pagos a través de transferencias bancarias, ya que esto proporciona un rastreo claro del origen de los fondos.

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El uso constante de efectivo puede no solo generar problemas fiscales, sino también levantar sospechas de lavado de dinero, lo cual puede resultar en bloqueo de cuentas bancarias y consecuencias legales.

El límite establecido por las autoridades para realizar compras en efectivo sin ser considerado lavado de dinero es de aproximadamente 180,000 pesos mensuales.

Superar esta cantidad, especialmente de forma habitual, puede acarrear serias complicaciones fiscales.