Reducción de la jornada laboral mejorará la salud de los empleados... ¿también la productividad?

MÉXICO.- En los últimos meses se ha venido discutiendo la posibilidad de una reforma que impactaría de forma positiva a los empleados del País: la reducción de 48 a 40 horas en la jornada laboral.

Esta propuesta presentada por la legisladora de Morena, Susana Prieto Terrazas, busca modificar el apartado A del artículo 123 de la Constitución Mexicana para beneficiar a los trabajadores, otorgándoles dos días de descanso por cada cinco laborados.

La propuesta, que podría modificar el actual marco establecido en el artículo 123, busca no solo disminuir la carga horaria sino también otorgar mayor tiempo de descanso a los empleados.

En los últimos años, América Latina ha sido testigo de una transformación en sus políticas laborales, con un enfoque progresista hacia el derecho al descanso y la salud emocional de los trabajadores.

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México, en particular, ha destacado por su disciplina y coherencia en este proceso de ajuste, especialmente en lo que respecta a la jornada laboral.

De acuerdo con el columnista Juan Domínguez, del medio El Economista, este cambio no sería aislado; es parte de un movimiento global que desafía las convenciones sobre la relación entre tiempo de trabajo y productividad.

La implementación de jornadas laborales reducidas en países como Nueva Zelanda, Suecia y Alemania respalda la creciente aceptación de esta práctica en diversos contextos laborales.

¿Cuáles serían los beneficios de la implementación de esta reforma?

Contrario a la creencia común de que más horas de trabajo conducen a una mayor productividad, estudios respaldados por el Banco Mundial indican que la reducción de la jornada laboral mejora la eficiencia y el rendimiento.

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Domínguez destaca que trabajar menos horas no solo mantiene a los empleados más enfocados, reduciendo la procrastinación, sino que también ha demostrado ser un catalizador para el crecimiento económico sostenible.

Los beneficios de esta transformación no se limitan a los trabajadores; las empresas también experimentan mejoras en la moral y el compromiso de sus empleados, lo que contribuye a un ambiente de trabajo más positivo y a la retención del talento.

Además, la reducción de la jornada laboral no solo es una medida de eficiencia, sino un compromiso con la creación de entornos laborales que respeten la dignidad y el equilibrio en la vida de los trabajadores.

Más allá de los aspectos económicos, la reducción de la jornada laboral impacta directamente en el bienestar personal de los empleados, promoviendo el derecho al descanso y la desconexión digital.

Este enfoque holístico no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también contribuye a la construcción de una fuerza laboral más saludable y resiliente.