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Xóchitl, Claudia y Marcelo

Morena y la oposición se encuentran ya en completo modo electoral.

Morena y la oposición se encuentran ya en completo modo electoral. De un lado y de otro están violando la ley al usar epítetos como “coordinación” para no hablar de candidaturas y poco a poco presentan “ideas”, que “no son propuestas”. Definitivamente Xóchitl Gálvez ha marcado este inicio, pero aún falta ver si su impacto se sostiene o si es un fenómeno pasajero. Por lo pronto, Gálvez ya movió a Ebrard a presentar ideas para el tema de la seguridad y a Sheinbaum a cambiar el tono confrontacional de su “no campaña”. Realmente hoy puede decirse que las tres “no precandidaturas” a vigilar son la de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, de Morena, y la de Xóchitl Gálvez, del Prianrd. Sólo queda la indefinición de MC, pues todos los demás parecen de relleno.

Indudablemente la panista Xóchitl Gálvez ha dominado la atención, las conversaciones y cambió la dinámica. De entrada porque el político más popular del País, el presidente López Obrador, ha decidido confrontarla y minimizarla. Al burlarse de ella por vender tamales o gelatinas o al dudar de su origen rural, el Presidente pone la conversación en esos puntos y la panista ha demostrado capacidad de respuesta. El Presidente le está dando combustible a quienes lo comparan con Donald Trump ya que recuerdan cómo este se burló de la senadora demócrata, Elizabeth Warren, al llamarla “Pocahontas”, ya que ella reconocía su herencia como nativa americana. La verdad sea dicha, ni AMLO es Trump ni Gálvez es Warren. Warren criticaba a la oligarquía empresarial, mientras que a Gálvez no se le ha oído una sola crítica, pero el Presidente está metiendo un ruido innecesario en la contienda y de esto Xóchitl se beneficia y crece.

Por su lado, indudablemente Claudia Sheinbaum sigue siendo hoy la puntera en Morena. Desde hace tres semanas los careos entre ella y Ebrard se han movido poco. Claudia recorre el País y lo hace con plazas llenas. La movilización de Morena se ve sólida. Sheinbaum presume haber visitado 20 estados y recorrido 14 mil kilómetros y con ello es quizás la militante de Morena que más ha viajado por el País y cuyo reconocimiento de nombre está hoy más alto, al menos en las encuestas que hemos visto. Su tono ha sido de confrontar el pasado, de recordar la narrativa que hizo muy exitoso a AMLO en el 2018. Por ejemplo, al hablar de los ferrocarriles desde Aguascalientes, Claudia habla de cómo el neoliberalismo y las privatizaciones terminaron con los ferrocarriles y provocaron el Fobaproa. Su discurso funciona bien para la base dura del lopezobradorismo y está en el tono con el momento que hoy vive Morena, pero si gana la candidatura de su partido, la narrativa no será convincente para las clases medias y para los votantes decepcionados de estos cuatro años. Si es Claudia contra Xóchitl definitivamente la crítica del pasado ya no funcionará porque el pasado inmediato es ya el sexenio que está por terminar, sus cifras, sus pendientes, sus errores y sus logros. Una contienda entre las dos mujeres también pondrá en el centro las diferencias entre ambas respecto a temas como aborto, derechos LGBT, la violencia contra las mujeres, la política de cuidados, la paridad y otros tantos temas más.

Finalmente, aunque muchos ya dan por descartado a Marcelo Ebrard lo cierto es que él ha demostrado ser un sobreviviente. Ebrard ha visitado unos trece estados y su campaña parece más enfocada en las redes y en el voto joven. Este lunes el Ebrard presentó ideas, por no decir propuestas, para el tema de la seguridad, y reconoció que es el mayor pendiente de la 4T. Ebrard se ve más autónomo respecto al Presidente, pero esta tal vez no sea la mejor apuesta en este momento de Morena. En los careos disponibles Marcelo-Xóchitl el ex canciller parece más competitivo contra la senadora.

Así veo este arranque con sorpresas, movimientos y mucho más interesante que hace un mes. Hoy la pelea es entre Marcelo y Claudia, mientras que Xóchitl tiene la ventaja de ir prácticamente sola y el Presidente está ayudando al momentum de la panista.

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