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Cola entre las patas

El Presidente afirmó ayer que el secretario López Hernández no estaba promoviendo la consulta, sino cumpliendo con responsabilidades oficiales

“Siempre existen argumentos para limitar, posponer o desvirtuar a la democracia”. Enrique Krauze, 1984 

Detrás de un ejercicio para supuestamente impulsar una “democracia participativa”, se exhibe cada vez más la verdadera intención de dar un golpe a la democracia, a la democracia real, a la “democracia sin adjetivos”, para usar la frase de Enrique Krauze.

La consulta de revocación no busca cancelar el mandato del presidente López Obrador, quien ganó una elección limpia en 2018 y debe cumplir hasta el final con un encargo que el artículo 86 de la Constitución declara que “solo es renunciable por causa grave”. El mandatario, además, goza de una sana popularidad. Ni siquiera sus críticos están pidiendo su destitución. La consulta está hecha para poner fin al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral, que son un obstáculo en el intento de crear un nuevo régimen de partido único.

Lo expresó el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández el sábado 2 de abril: “Se van a ir todas esas que ahora se llaman autoridades electorales. Se equivocan los adversarios y se equivocan los del INE. Esos ya se van y los vamos a ver pasar ahí por el frente con la cola entre las patas”.

El pasado fin de semana, de hecho, vimos una acción concertada de varios funcionarios para promover la consulta de revocación de mandato pese a la prohibición constitucional. El caso más notable fue el del secretario de Gobernación, quien participó en mítines de promoción en Coahuila y Sonora, usando para sus traslados un avión de la Guardia Nacional, lo cual es un delito. En las reuniones pronunció discursos desde un podio con el logotipo de Morena, como si fuera un representante del partido y no el secretario de Gobernación. El mismo general Luis Rodríguez Bucio, coordinador de esa organización de Policía Militar, estuvo presente en esos mítines. Alejandra Frausto, la secretaria de Cultura federal, también difundió un mensaje en redes sociales invitando a participar en la consulta.

El Presidente afirmó ayer que el secretario López Hernández no estaba promoviendo la consulta, sino cumpliendo con responsabilidades oficiales. “No va a mítines”, declaró. Lo ha desmentido, sin embargo, el propio secretario, quien el 3 de abril participó en varias reuniones de apoyo a la consulta y declaró: “Pero la verdad, es que no voy a hablar de la reforma eléctrica. Vamos a apoyar el movimiento para que el 10 de abril los sonorenses y los mexicanos demostremos al mundo que somos capaces de apoyar al mejor Presidente en la historia moderna de México”.

Estoy en desacuerdo con las restricciones a la libertad de expresión que tenemos en la legislación electoral, pero las establece el artículo 35 de la Constitución. La Carta Magna hay que enmendarla, no violarla. El secretario López Hernández dice que no tiene temor a ser sancionado por promover la consulta ya que pronto serán destituidos los consejeros y magistrados electorales. Por otra parte, el fiscal electoral federal, José Agustín Ortiz Pinchetti, fue militante de Morena y no muestra inclinación por castigar a sus excompañeros de partido cuando violan la ley.

Preocupa el intento por acabar con las instituciones electorales independientes. Durante décadas los mexicanos sufrimos los abusos de un partido hegemónico, el PRI, en una falsa democracia. Tanto el hoy secretario de Gobernación como el Presidente provienen de ese partido. Debemos evitar que nos lleven nuevamente a una democracia con adjetivos, una democracia con reglas injustas o que sólo se cumplen cuando conviene a quien detenta el poder.

CANDADO

Por unanimidad la Suprema Corte declaró inconstitucional el candado que impedía a los altos funcionarios trabajar en su campo dentro del sector privado durante 10 años. AMLO lo justificaba por una supuesta austeridad, pero el objetivo real era evitar que gente calificada llegara a altos cargos.

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