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Bestia capitalista

“La bestia se zampa de un bocado pueblos enteros, montañas y valles, ríos y lagunas, hombres, mujeres”.Subcomandante Moisés, EZLN.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional ratificó este 1 de enero su oposición a la construcción del Tren Maya. El subcomandante Moisés afirmó que su organización estaría dispuesta a todo para impedir el proyecto. Nos “está retando”, dijo en referencia al presidente López Obrador, sin mencionar su nombre, “como que está diciendo que él tiene la fuerza y el dinero y a ver quién se opone a su mandato”; pero el EZLN “está dispuesto a todo para defender la tierra”.

No creo que el Tren Maya sea el mejor proyecto para la península de Yucatán. Perderá dinero, como virtualmente todos los trenes de pasajeros en el mundo, y se convertirá en un elefante blanco que requerirá miles de millones de pesos anuales de subsidio. Los líderes del EZLN, sin embargo, se oponen a cualquier mejora económica para los indígenas. El desarrollo es para ellos una “bestia capitalista” que arrasa todo.

El presidente López Obrador trató ayer de responder a este rechazo de los líderes zapatistas. “Les diría que no tienen toda la información. No se va a afectar a las comunidades indígenas en nada, al contrario, se está beneficiando a los pueblos indígenas como nunca se había hecho. Ahora puedo decir que las comunidades indígenas reciben apoyos como nunca. No tengo ningún problema de conciencia. Al contrario, puedo decir que llevo más de 40 años trabajando por los pobres y los indígenas”.

Pero no es que los líderes zapatistas no tengan toda la información, sino que no les interesa. Para ellos, preservar la tierra no es más que mantener las condiciones marginales de vida de los indígenas. No quieren un tren que saque productos al exterior o que lleve turistas a la zona. Son ultraconservadores. El desarrollo mismo es su enemigo.

Entiendo las buenas intenciones del Presidente. El Tren Maya está diseñado para convertirse en un eje de desarrollo con estaciones que servirán como centros comunitarios. Pero esas mismas virtudes son la razón del rechazo de los dirigentes del EZLN.

El Presidente no ayudó a su causa al realizar consultas falsas. “Hace un año, en diciembre del 2018 -dijo Moisés, el capataz que ahora manda en la finca que se llama México hizo una simulación de que le pidió permiso a la Madre Tierra para destruirla. Hace pocas semanas hizo otra simulación de una supuesta consulta, donde sólo informó que hay muchas cosas buenas de los megaproyectos, pero no dijo de todas las desgracias que traen esos megaproyectos para la gente y para la naturaleza”.

Pero aun si hubiera realizado la más perfecta y democrática de las consultas, López Obrador no habría logrado convencer a los líderes del EZLN. Su visión del mundo es otra. No les interesa que los indígenas vivan mejor. La pobreza es una indicación para ellos de que los indígenas se mantienen fieles a sus usos y costumbres.

También los hace más fáciles de dominar.

López Obrador ha prometido no usar la fuerza pública para superar la oposición al Tren Maya. Si cumple, la construcción se volverá imposible. El Presidente conoce muy bien las técnicas de bloqueo, porque las usó durante años para protestar o impedir proyectos de otros gobiernos. No importa que la mayoría quiera el tren, unos cuantos cientos de activistas son suficientes para bloquearlo si no se emplea la fuerza pública. Y el EZLN cuenta con miles dispuestos a hacer lo que ordenan sus líderes, aunque se condenen a sí mismos y a sus familias a la pobreza.

Fidelista

Una vez más la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, expresó su admiración por la revolución cubana y Fidel Castro, quien “transformó la historia de la humanidad”. Sería honesto que explicara si su propósito con Morena es crear en México un sistema como el cubano.

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