Catábasis

Cascabel

A días de finalizar un complicado 2025, nos encontramos a fuego cruzado entre un discurso triunfalista, rayando en panglosiano, por parte de quienes dicen gobernar confrontado con esa terca realidad que arrojan los datos y la cotidianidad que experimentan la mayoría de las regiones del País. No me sorprende que quienes se han apropiado de lo público para su propio beneficio regurgiten que todo está de maravilla, para ellos vaya que lo está. Su perspectiva de la torre de marfil, en ese aire enrarecido de las alturas de un ladrillo, ante la hipoxia que los obnubila, esconden su fracaso y las consecuencias que arrastra para todos su incapacidad, desdén e incumpliendo de aquella promesa transformación. Seguridad, militarismo, corrupción y legalidad entre otras soluciones a aquellos males que motivaron la alternancia, olvidadas promesas fundamentales, reemplazadas por cifras alarmantes que evidencian el peligroso camino hacia un Estado fallido y avance del autoritarismo.

En tan sólo 25 años transitamos de la euforia de una alternancia democrática, desaprovechada por los entonces actores, a un auténtico riesgo de reinstauración de una dictadura más imperfecta que México con gran sacrificio pensaba haber superado. Si hacemos un análisis amplio, sistémico, la intencionalidad de quienes hoy buscan imponer un régimen de partido único, de corte autoritario, militarista y corrupto es inocultable. A la vista de todos queda la eliminación y/o captura de los contrapesos institucionales e instituciones garantes, quien aún se atreva a defender el diseño que está en proceso de implementación sólo busca tapar el sol con un dedo.

La falacia argumentativa de que el pueblo les otorgó una mayoría calificada para reformar la Constitución y leyes secundarias a su antojo, no resiste el más mínimo escrutinio. Un proceso electoral cuestionado donde la inequidad de la contienda fue evidente, con uso ilegal de recursos públicos, alianzas inconfesables y con instancias electorales capturadas que no fueron suficientes para alcanzar mayoría calificada del bloque oficialista. Tuvieron que recurrir a instancias jurisdiccionales a modo para ilegalmente fabricar una mayoría calificada en diputados y a cañonazos en Senado.

La historia recoge múltiples ejemplos de sociedades y países que han perdido su rumbo. La historia se repite, advertiría Marx, naciones enteras doblegadas ante pequeños grupos que habiendo llegado al poder por vías democráticas destruyen instituciones para perpetuarse, en todos los casos autoritarismo, culto a la personalidad, rapiña de la hacienda pública son un común denominador al igual que un trágico desenlace. La progresividad de las instituciones garantes de democracia, derechos humanos e independencia judicial, no sólo se ha detenido, presenta retrocesos importantes.

La literatura nos narra bajo alegorías de viajes al inframundo en busca de enfrentar horrores, monstruos, demonios y castigos. La epopeya de Gilgamesh en la antigua Mesopotamia, Eneida de Virgilio, Odisea de Homero, La Divina Comedia de Dante entre otros son ejemplos donde protagonistas son guiados en su viaje al infierno. Regiones, familias y personas en México enfrentan su catábasis ante el abandono en que se encuentran, los garantes por obligación constitucional se encuentran ausentes en el mejor de los casos, coludidos en muchos de los casos.

No obstante los avances, la pobreza persiste, bajo mediciones multidimensionales se agrava. La informalidad laboral supera a la formalidad, el acceso a derechos mínimos como salud, seguridad y vivienda está fuera del alcance de una gran mayoría. La política de transferencias tiene efectos paliativos en el corto plazo, a largo plazo un crecimiento económico que genere empleos formales es la única solución viable. El perpetuar el capitalismo de compadres, como la política económica, boletines de prensa y fotografías sugieren que se busca, no es la solución. Indispensable atender a la base de la pirámide en aras de garantizar estabilidad a largo plazo.

La fragilidad fiscal del Gobierno de México, con un déficit y endeudamiento creciente, aunado a la creciente deuda subnacional llaman a replantear de fondo el esquema tributario, sin ello las transferencias cesarán. Las modificaciones recientes otorgando facultades amplias a la autoridad fiscal erosionan garantías, legítima defensa y debido proceso, a la vez que exhiben el talante autoritario; contraproducentes en el mediano y largo plazo, al tiempo. Sólo mediante un nuevo esquema fiscal, justo, progresivo, garantista y accesible se podrá avanzar.

La literatura de catábasis narra que después de descender viene un viaje de regreso, un ascenso con el conocimiento adquirido. El viaje de Dante al infierno guiado por Virgilio que representa la razón es conocido por muchos, menos conocido el tercer canto de la Divina Comedia, Paraíso, donde guiado por Beatriz que representa la teología muestra el ascenso.

Que nos sirva este breve paréntesis que representa la fallida transformación en la historia de nuestra joven, imperfecta y amenazada democracia, para que, partiendo del aprendizaje de lo que puede suceder no dejemos de participar, proponer y alzar la voz. Urge asumir responsabilidad por nuestros actos, así como por nuestras omisiones y silencios.

Mantengo fe y esperanza de que el rumbo que el emperador tropical desnudo y sus esbirros buscan no representan inevitable destino. El despertar generacional lo observaremos con mayor intensidad en las elecciones intermedias de 2027, a quienes le apuestan a inhibir la participación vía miedo, tomen nota: El miedo caduca.

Óscar Serrato