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O todo o nada

Vivimos una época que premia la autosuficiencia y rendimiento. Pero el Evangelio, dice el Papa, muestra que no importa lo que podemos conquistar, sino la capacidad de dejarnos amar y ayudar.

José  Martínez Colín

1)PARA SABER

“El amor, para ser verdadero, también debe aprender a pedir y no sólo a dar”. Estas palabras del papa León XIV nos invitan aprender de Jesús que en la Cruz mostró su sed, significando que el hombre no se realiza por su poder, no se basta a sí mismo para salvarse, sino que está necesitado de los demás, tiene que aprender humildemente a abrirse confiadamente al otro. Jesús nos enseña a dar, pero también a recibir amor. Sus dos palabras pronunciadas humildemente encierran un misterio inmenso: «Tengo sed» (Jn 19,28). Esa sed no es sólo necesidad fisiológica de su cuerpo destrozado, sino también es expresión del deseo profundo que Jesús tiene de nuestro amor, de estar en comunión con nosotros.

2) PARA PENSAR

El amor de Cristo en la Cruz llega a todas las personas de todos los tiempos, y lo experimento una joven que quería ser millonaria y famosa: Clare Crockett. Nació en 1982 en Irlanda y falleció en 2016 en Ecuador junto con cinco chicas al caerse la casa por un terremoto. Su infancia y adolescencia no fueron ejemplares: No estudiaba, siendo menor falsificó su edad para entrar a discotecas y fumaba, comenzó a beber a los 12 años. Pero era muy simpática, con grandes talentos: Una líder. Para ser famosa y millonaria decidió ser actriz. Un día fue a los Oficios del Viernes Santo. Así relata su experiencia: “Vi que algunos besaban los pies de Jesús clavado en la cruz. Era la primera vez que veía algo así. Me puse en la fila, llegó mi turno y besé los pies de Jesús y fue un impacto muy fuerte… no sé explicar lo que pasó, pero tuve la certeza de que el Señor estaba en la cruz por mí. Comprendí que nada de lo que yo hiciera podía consolarle, sólo darle mi vida”. Aunque eso la marcó, no quiso dejar su vida de fiestas y alcohol, aunque sabía que no era su camino. Una ocasión, muy bebida, acompañó a su amiga al baño y ahí quiso vomitar, pero sintió que la miraban de arriba. Pensó que era su amiga, pero no, entonces supo que era el Señor quien le habló al corazón: “¿Por qué me sigues hiriendo?”.

Otra noche, recuerda: “Lloré horas y horas. Lo tenía todo: Amigos, novio, éxito en la actuación, dinero, belleza… pero sentí un gran vacío en mí”. Y decidió dejarlo todo para seguir a Cristo que sí la llenaba. Su conversión fue total y quiso ser religiosa. Muy enamorada de Jesús era muy alegre y hacía reír. Siempre sonriente a pesar de fuertes migrañas. Decía que ahora sería una monja famosa. Una amiga decía que dejó el contrato con Hollywood y firmó uno con Dios. Recuerda que solía decir: “O todo o nada”: Ella se dio toda a Jesús y a los demás, pues su vida fue de servicio especialmente a los niños, los jóvenes y los más necesitados. Su causa de beatificación está en marcha.

3)PARA VIVIR

Vivimos una época que premia la autosuficiencia y rendimiento. Pero el Evangelio, dice el Papa, muestra que no importa lo que podemos conquistar, sino la capacidad de dejarnos amar y ayudar. Una verdad difícil de aceptar. Jesús nos salva mostrándonos que pedir no es indigno, sino liberador. En la vida sencilla, en el arte de pedir sin vergüenza y de ofrecer sin cálculo, se esconde una alegría que el mundo no conoce. Una alegría que nos devuelve a la verdad original: Somos criaturas hechas para dar y recibir amor.

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