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Regalar embajadas

Es inaceptable que el Gobierno use las embajadas y los consulados para premiar a políticos o a personajes cercanos a su ideología.

Sergio Sarmiento

No sigan ocupando las oficinas de Gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que esto también es corrupción”.

Alejandro Martí, 22.8.2008.

CANNES, Francia.-

Es inaceptable que el Gobierno use las embajadas y los consulados para premiar a políticos o a personajes cercanos a su ideología. Las legaciones diplomáticas no son propiedad privada. Sin embargo, no estoy de acuerdo con los ataques a Genaro Lozano, el nuevo embajador de México en Italia, por su sexualidad. Todos tenemos derecho a ser nosotros mismos.

Aclaro interés: Conozco y respeto a Lozano desde hace años. Fuimos compañeros de páginas editoriales aquí en Reforma y también estuvimos juntos en Tercer Grado de Televisa. Si bien nuestros puntos de vista políticos y económicos fueron con frecuencia opuestos, no lo han sido en la defensa de los derechos sexuales de las personas. La tolerancia a puntos de vista con los que uno no coincide es señal de una sociedad abierta y de un Estado democrático.

Los gobiernos de López Obrador y Sheinbaum han retomado y agravado la práctica malsana del antiguo régimen de entregar embajadas y consulados a personas que no provienen del servicio diplomático y que no tienen preparación para la responsabilidad. Han utilizado estas posiciones para premiar a gobernadores que “permitieron” que Morena ganara elecciones en sus estados, como Quirino Ordaz de Sinaloa, embajador en España; Claudia Pavlovich de Sonora, que de ser cónsul en Barcelona pasa ahora a la embajada de Panamá; u Omar Fayad de Hidalgo, embajador en Noruega. Algunos nombramientos buscan rescatar a personajes del movimiento que han incurrido en faltas o problemas, como Josefa González Blanco, quien renunció a la Secretaría de Medio Ambiente por ordenar a un avión de línea que regresara al punto de contacto para abordarlo, y que hoy es embajadora ante el Reino Unido. Blanca Elena Jiménez Cisneros dejó la dirección de la Conagua en 2021 “por un problema familiar”, pero para resolverlo el Gobierno la nombró embajadora en Francia. Hugo López-Gatell, quien diseñó la fallida estrategia contra el Covid, fue enviado a Ginebra como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud. Juan Antonio Ferrer, quien fracasó con el Insabi, hoy está en la Unesco. La periodista Isabel Arvide, quien le reclamó al ex presidente López Obrador que el Gobierno compraba publicidad a la revista Proceso, crítica del Gobierno, pero no a su portal, fue nombrada cónsul en Estambul.

Genaro Lozano tiene más preparación profesional que estos. Cuenta con una licenciatura en relaciones internacionales del ITAM, una maestría en ciencias políticas de la New School for Social Research de Nueva York y estudios de doctorado en esa misma escuela. Sus actividades en defensa de los derechos de la comunidad gay han sido importantes. Sin embargo, considero que el Gobierno debe usar el talento que tenemos en el servicio diplomático para tener una representación profesional y digna ante otros países.

Puedo entender que algunas embajadas se encarguen a intelectuales notables, como Alfonso Reyes u Octavio Paz, pero los políticos que dicen que “No somos iguales” están entregando cargos diplomáticos a personajes muy cuestionables. Se inspiran en José López Portillo, quien nombró a Gustavo Díaz Ordaz embajador en España, pero por lo menos este tuvo el buen sentido de renunciar. Quienes hoy están asumiendo los puestos diplomáticos se quedan en ellos para beneficiarse como si fueran propiedad privada de la nueva aristocracia política mexicana.

Lilly Téllez

“No es menor que una senadora de la República haya dado una entrevista a un medio extranjero pidiendo la intervención”, dijo la presidenta Sheinbaum acerca de una entrevista de Lilly Téllez con Fox News. La senadora, sin embargo, no pidió una intervención, sino que dijo que “es absolutamente bienvenida la ayuda de los Estados Unidos para combatir a los cárteles en México”. Son cosas muy distintas.

Sergio Sarmiento

www.sergiosarmiento.com