¿Todo Morena?

Genaro Lozano

Cada seis años que hay elecciones razono mis votos de manera pública. Lo mismo hago cada tres años que hay elecciones locales o sólo legislativas. Considero que es un ejercicio democrático y de voto informado. Este año estoy muy convencido y emocionado de mi voto por la Presidencia. Estoy convencido de mis votos por el Congreso federal y honestamente no sé aún cómo voy a dividir mis tres votos en la CDMX. Dedicaré mis próximas columnas a razonar mis votos, pero por lo pronto empiezo con algunas dudas.

Honestamente no sé cómo voy a votar en la CDMX porque siempre pienso en contrapesos. Las alternancias han sido buenas y necesarias para la democracia mexicana. La CDMX lleva 27 años gobernada por las izquierdas. Gracias a eso se ha construido una ciudad con amplios derechos y una robusta Constitución progresista. Las demandas de los activismos sociales han tenido eco en los partidos de izquierda y esa interacción ha logrado obtener matrimonio igualitario, identidad de género, aborto, infancias trans, eliminación de riesgo de contagio por VIH, terapias de conversión, entre tantos otros derechos y temas, todo pese a la oposición panista. Aún así estoy conflictuado.

Estoy razonando mi voto en la CDMX, pero lo único que sí sé es que jamás votaría por el PAN. Conozco a Taboada desde hace años, sé que votó contra matrimonio igualitario, sé que quiere limitar el derecho a la protesta, sé que no es proderecho a decidir y sé todo lo del cartel inmobiliario. Llevo años estudiando y denunciando cómo el PAN ha obstaculizado derechos. No conozco a Brugada y nunca he ido a Iztapalapa. Vi un video de ella joven y feminista y me gustó mucho. Tengo pendiente ir a ver sus utopías y usar el cablebús. Brugada presume 10 albercas en Iztapalapa, pero en Miguel Hidalgo se han construido nueve en gobiernos del PAN, PRD y Morena. Brugada habla del agua, pero no ha resuelto el problema en nueve años en Iztapalapa. Clara ganó el primer debate chilango, pero perdió el segundo. Quisiera votar por ella, pero no le oigo una narrativa que tienda puentes con quienes están descontentos en la CDMX, con las clases medias y altas.

Todos los días escucho a amistades de Morena argumentar por el Plan C, por “voto masivo por Morena” o votar “100% por la transformación”. No coincido. Entiendo la lógica electoral de llamar al voto por un mismo partido. Todos quisieran tener “carro completo”.

Sin embargo, Morena y sus aliados hoy gobiernan en 23 entidades. Hay nueve estados en la boleta este 2024. En estos nueve parece que hay competencia cerrada por lo menos en cinco: CDMX, Veracruz, Jalisco, Yucatán y Morelos. Si Morena y sus aliados retienen los que gobiernan hoy y además ganasen Yucatán, Jalisco y Guanajuato en 2025 Morena y aliados gobernarían 26 de 32 entidades.

¿En qué país del mundo es sano que el mismo partido gobierne todo? En términos comparados, México vivió décadas de partido único construido en el autoritarismo del PRI. En términos comparados, recientemente Nayib Bukele celebró su reelección y el haber ganado 58 de 60 diputados en El Salvador diciendo que “están construyendo un país de un partido único en democracia”. ¿Sería algo así sano para la democracia mexicana? ¿Y la pluralidad? Me gustaría leer a demócratas argumentando por qué piensan votar todo Morena más allá de lo mala que (en efecto) es la oposición.

Voy a seguir meditando cómo votar en CDMX por jefatura de Gobierno, Congreso local y alcaldía. Creo que todes deberíamos pausar, respirar y pensar en qué tipo de país queremos. Uno de pensamiento único, con mayorías que aplanen la discusión u otro en donde las mayorías se construyen dialogando, en donde hay una vitalidad diversa y debate de las mejores propuestas. ¿Voto masivo a Morena o voto dividido? Ahí está para mí el principal dilema de esta elección y creo que tal debería ser el del electorado en los votos federales y en todos los estados donde haya elecciones locales.

No veo mis dudas como tibieza. Creo que son compartidas por muchas personas. Ante la polarización y el pensamiento sectario, en ambos lados, la diferencia y la pluralidad son más necesarias que nunca. Hay quien diría que esto es ser “Corea del Centro”, pero creo que más bien así es la democracia.