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Todo cambia, hasta en la música ranchera gringa

La música ranchera o del campo no es exclusiva del medio rural mexicano pues también ellos, los gringos, tienen su música ranchera allá conocida como “country music”

Aclaración oportuna: Dicen -los que dicen que saben- que la palabra “gringo” surgió a raíz de la Guerra de Intervención de Estados Unidos contra México (18461848) ya que el mando superior invasor daba la orden de atacar al grito de “green, go” que en español significa “¡verdes, vayan!” pues sus militares vestían uniforme de color verde.

De ser así, “gringo” es un término con historia. El asunto ahora es que la música ranchera o del campo no es exclusiva del medio rural mexicano pues también ellos, los gringos, tienen su música ranchera allá conocida como “country music” que, por cierto, más que parecerse a la nuestra música ranchera nacional que es muy melódica, de mucho grito y falsete, se parece más a nuestra música norteña.

La música “country” ha sido muy monótona aunque, por ejemplo, el icónico cantautor tejano Keny Rogers (1938-2000) le impuso su sello personal pero fue un giro moderado, y más recientemente Taylor Swift impuso su estilo en la modalidad “country pop” pero igual, fue modesto, más bien de estilo. Pero ahora resulta que la popular Beyoncé se lanzó con un arriesgado cambio a esa modalidad de música y parecería un “tema menor” pero cuando uno se entera de la enorme masa de norteamericanos y de la multitud de extranjeros, incluso de países que no son de habla inglesa, que también se han sumado como fanáticos de Beyoncé precisamente por su nuevo estilo detonado en una sola composición que se intitula “Texas Hold ´em”, nombre proviene de una modalidad de póker texano de los sesentas y que se catapultó tras haberse incluido en las mesas de casinos de Las Vegas, pues “Texas Hold´em” reimpulsó a Beyoncé hasta merecer como solista -además de Tayor Swift- el primer lugar en la lista de “Hot Country Songs” de Billboard. Estamos hablando de muchos millones de escuchas y de muchos millones de dólares que moverán más la economía del disco y de las aplicaciones digitales musicales. ¿Qué tiene de especial “Texas Hold´em”? Pues pasará – más bien pasó ya- a la historia de la música popular como la pieza que logró un cambio en la rancia música country y que seguramente provocará un efecto dominó en los compositores de ese género fuera de los Estados Unidos, con toda seguridad pronto en México.

El mensaje que se lee es que lo que se tiene (o tenía) como música “menor” está pasando a ser un género reinventado que toca el corazón y la mente del público sencillo, nada o poco ilustrado y que, dado el ritmo muy pegajoso de esta nueva pieza contará no solo con el apoyo afectivo del gran público sino además con los amantes de un baile “diferente”, que son muchos más aún, pues si ponerse a cantar sin voz ni tono es hacer el ridículo y quedar avergonzado, en cambio ponerse a bailar un ritmo pegajoso como el nuevo country de esta producción afloja el cuerpo, quema calorías, disipa el estrés y libera endorfinas que siempre caen muy bien. Ritmo, olor a pueblo, nostalgia y amor distinguen a esta canción. La escuché ayer unas tres o cuatro veces, ideal para relajarse tras el comienzo (¿comienzo?) de las campañas electorales.

ARRANCARON CAMPAÑAS INÉDITAS

Y a propósito: Ayer en la explanada que une al Centro Estatal de Oncología (“Hospital Oncológico”) con un hospital privado y varias torres de consultorios, laboratorios clínicos, gabinetes y farmacias y una cercana clínica del Isssteson, arrancaron sus campañas al Senado por Sonora, Lilly Téllez y Manlio Fabio Beltrones, frente a un público mayormente de personal sanitario (enfermeras, enfermeros, médicos, químicos, técnicos y más) y por supuesto también algunos pacientes y sus familiares que por allí pasaban y, lo más sorprendente, una inédita amalgama entremezclada de renombrados y menos nombrados perredistas, panistas y priistas conviviendo en santa paz; yo los vi. ¿Habíase visto?

Médico cardiólogo por la UNAM. Maestría en Bioética.