Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna México

Mirador

Oración de fin de año

Gracias, Señor, por todas mis mañanas hechas de luz, y pájaros, y viento.

Por la estrella sin número y sin dueño que hiciste por que yo la contemplara.

Por la cintura azul de las muchachas, y por la frente blanca de los viejos, y por el sueño con que a veces sueño, y por mi cuerpo gracias, y por mi alma.

Mucho me has dado a mí, que soy tan poco.

Hasta te diste Tú, nieve en el lodo... ¿Qué para ti, Señor, no dejas nada? Gracias, pues, por mi mundo, niño y loco. Y gracias por mi vida. Y, sobre todo, gracias porque he aprendido a decir: Gracias.

¡Hasta mañana!

En esta nota