Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna México

Juegos Olímpicos en Beijing y geopolítica: 3 temas

Así es, Washington anuncia desde hace algunos meses un boicot diplomático debido, en sus palabras, al “genocidio y crímenes contra la humanidad” cometidos por China en la región de Xinjiang.

La geopolítica también está en juego en esta justa olímpica de invierno en Beijing, como frecuentemente sucede. Tres temas al respecto: El primero, el boicot diplomático de Washington y varios de sus aliados. El segundo, las acciones que China ha tomado para contrarrestar ese boicot y, de hecho, para fortalecer su imagen frente al mundo. El tercero, el mensaje de la cercanía entre Rusia y China, justo en estos momentos en que los rubros que enfrentan a ambas con un rival común, EU, se encuentran en los titulares del planeta.

Así es, Washington anuncia desde hace algunos meses un boicot diplomático debido, en sus palabras, al “genocidio y crímenes contra la humanidad” cometidos por China en la región de Xinjiang.

A este boicot se suman aliados de EU -quienes comparten la agenda geopolítica contra Beijing- además de otros países afines que sí enviarán delegaciones deportivas, pero no enviarán funcionarios por parte de sus gobiernos. El tema de derechos humanos, como sabemos, puede ser cuestionable, pero la realidad es que la confrontación entre las superpotencias se encuentra escalando y, como ha sucedido en otros tiempos, los países que deciden boicotear los Juegos Olímpicos, pretenden impactar negativamente en la imagen o en los intereses del país organizador.

De su parte, China busca demostrar que este boicot ha sido un rotundo fracaso. Beijing anuncia que rendirá honores a más de 30 líderes entre quienes se encuentran el secretario general de la ONU, además de diplomáticos y jefes de Gobierno de decenas de países de Europa, América Latina, África y Asia, varios de ellos, sí, aliados geopolíticos de China, pero otros, hay que señalarlo, aliados geopolíticos de Estados Unidos. Llama la atención, por ejemplo, la presencia del liderazgo mayor de varias monarquías del Golfo Pérsico. La verdad es que China ha conseguido tejer una impresionante red de intereses económicos en muy diversos países, y, por tanto, contrariar a Beijing no se encuentra en su agenda.

Adicionalmente, para China es importante proyectarse como una nación próspera, confiada, capaz, que ha superado los retos en la organización del evento a pesar de la pandemia y a pesar de su relativa escasa experiencia en deportes de invierno.

De todos los mensajes, resalta la cercanía entre Beijing y Moscú. El contexto: Tanto Rusia como China viven tiempos de alta conflictividad con EU y sus aliados. Justo ahora hay más de 130 mil tropas rusas amasadas en sus fronteras con Ucrania y las tensiones en Europa se encuentran al rojo vivo. China también tiene una amplia agenda de temas que le enfrentan con EU. De esos temas, Taiwán es probablemente el más delicado y precisamente en estos días Beijing se mantiene llevando a cabo operaciones aéreas y navales en y alrededor de ese territorio que considera una provincia en rebelión.

Así que no es casual que, en las últimas semanas, Beijing anunció públicamente su respaldo a Rusia en su disputa con la OTAN indicando que Moscú tiene “preocupaciones legítimas de seguridad”. Putin de su lado escribió en un artículo: “Lamentablemente, los intentos de varios países de politizar los deportes en beneficio de sus ambiciones se han intensificado recientemente”. Más importante, esas dos potencias se encuentran coordinando medidas en los rubros militar, comercial, económico y financiero, no sólo para esquivar las potenciales sanciones de Washington, sino, como indicó Putin el jueves, para contrarrestar el poder e influencia estadounidenses.

De manera que estos Juegos Olímpicos, como suele suceder, rebasan al patinaje, al hockey sobre hielo o al esquí de montaña. La guerra de mensajes entre las superpotencias, estos días se traslada a Beijing.

En esta nota