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El Imparcial / Tijuana / Expediente siquiátrico

"Tengo miedo de hacer daño a mi familia"

‘Karina’ es una adolescente de 16 años que vive con sus padres; hasta hace unos meses su vida transcurría sin problemas, pero comenzó a notarse ansiosa y tener pensamientos que le inquietaban mucho; llegó a pensar en que podría tomar un cuchillo de la cocina y atacar a su familia.

Análisis del caso

Cuando “Karina” llegó al consultorio, ya había sido evaluada por un siquiatra y ese fin de semana recién comenzaría su tratamiento. “Karina” comentaba que ella comenzó hace dos meses a tener conductas y miedos que antes no tenía.

Vio por televisión una noticia de un chico en Estado Unidos que llevó un arma a la escuela e hizo un tiroteo.

A “Karina” esto le perturbó mucho, pues pensó que ella también podría convertirse en una persona así. No podía comprender por qué tenía ideas tan horribles de hacer daño a la gente, a su familia y a pesar de que la amaba mucho, no podía entender por qué le venían esas ideas. Temía que pensar así significaba que era capaz de hacerlo.

Como una forma de mitigar su angustia, “Karina” comenzó a lavarse mucho las manos. Pensaba mucho en los gérmenes y la suciedad.

El lavado de sus manos comenzó a quitarle mucho tiempo pues tardaba más y eran más frecuentes sus visitas al lavamanos o a ponerse gel antibacterial. Sin embargo, lo que más le angustiaba e incluso no le dejaba dormir, eran los pensamientos.

“Karina”, pensaba que esas ideas que le venían de repente, de tomar un cuchillo de la cocina y lastimar a su familia, eran amenazas reales. Sentía mucho miedo, incluso de sí misma.

Durante la consulta se examinó la historia del padecimiento de “Karina” y con sus padres, desde su infancia, su crianza, eventos importantes de pasado y recientes.

Al examinar su caso, se encontró que “Karina” cumplía con criterios de un trastorno Obsesivo Compulsivo, predominantemente con pensamientos obsesivos.

La Organización Mundial de la Salud nos dice sobre este trastorno: “Sus rasgos fundamentales estriban en la presencia de pensamientos obsesivos, o de actos compulsivos, ambos recurrentes.

Los pensamientos obsesivos son ideas, imágenes o impulsos que penetran la mente del paciente una y otra vez, en forma estereotipada. Estos pensamientos son casi invariablemente angustiantes y el paciente afectado intenta a menudo rechazarlos, sin tener éxito en su empeño.

A pesar de esto, son reconocidos como pensamientos propios, incluso aunque sean involuntarios y a menudo repugnantes. Los actos compulsivos o ritos compulsivos son comportamientos estereotipados, repetidos una y otra vez.

No son intrínsecamente agradables, ni tienen como finalidad el cumplimiento de tareas inherentemente útiles. Su función es prevenir algún suceso, objetivamente improbable, a menudo un daño causado al o por el paciente, que este teme que, de otro modo, puede ocurrir.

Habitualmente el paciente reconoce que este comportamiento no tiene sentido o que es ineficaz, dado lo cual realiza intentos repetidos para resistirse a él. Casi invariablemente hay ansiedad, la cual empeora si los actos compulsivos son resistidos.

Historia del padecimiento

“Karina” predominantemente presentaba pensamientos obsesivos, es decir, le brotaban de la nada, le causaban mucha angustia y sentía que no los podía parar, evitar o quitárselos. Todo esto contribuía a su angustia, de tal forma que muchas cosas comenzaron a ser detonantes de los síntomas: Ver un cuchillo en la cocina, escuchar noticias de tiroteos, obsesionarse con un problema escolar, etcétera.

Al ir trabajando en sicoterapia con “Karina”, se abordaron aquellas estrategias que le permitieron a ella tener un mayor control de sus síntomas y de sus compulsiones (lavarse las manos repetidamente), por lo que comenzó a sentirse más tranquila y en reconocer que podía tener más manejo sobre estos pensamientos obsesivos y factores externos como las noticias y a tolerar ver un cuchillo en su cocina.

Sus padres también recibieron orientación y cooperaron para que tomara su medicamento siquiátrico con buen apego, pues el trastorno obsesivo compulsivo requiere de un tratamiento siquiátrico y sicológico.

Actualmente “Karina” asiste a consulta una vez al mes, ya tiene muy pocos síntoma y es funcional en casa, la escuela y en todos los ámbitos de su vida. Con su apego al tratamiento, su compromiso de trabajar con las estrategias aprendidas en sicoterapia y su medicamento muy probablemente pronto tendrá un alta del servicio de sicoterapia.

Sicóloga Violeta Gómez

El presente artículo fue escrito por la sicóloga clínica Violeta Gómez, quien está adscrita al área de Consulta Externa del Hospital de Salud Mental de Tijuana A.C.

*Estos casos están basados en historias reales, pero los nombres y datos personales han sido modificados, la intención es apoyar a aquellas personas que se identifiquen con ellos.

*“Esta publicación se encuentra registrada con el nombre Expediente Psiquiátrico: Casos Clínicos Psiquiátricos del Hospital de Salud Mental de Tijuana, bajo el número 04-2017022311275200”

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