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El Imparcial / Tijuana / Jóvenes

Suben casos de jóvenes con droga en escuelas

“Cada quien toma sus propias decisiones, si tú estás fumando es porque quieres, nadie te puso una pistola”, dijo Mauricio, un estudiante de segundo semestre de preparatoria a quien descubrieron fumando mariguana junto con tres amigos.

En los primeros tres meses de 2018 la cantidad de alumnos detectados con droga en planteles educativos de Baja California está por rebasar a la cifra de todo 2017.

Mientras que el año pasado se contabilizaron 144 casos, hasta el 27 de marzo de este año ya sumaban 106, de acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Educación y Bienestar Social a través de una solicitud de transparencia.

Mauricio probó la mariguana dos veces cuando cursaba la secundaria, pero al entrar a la preparatoria conoció a más personas que la fumaban y fue así como se involucró más.

“Era más que nada ocasional, nada más cada quince días, no era muy seguido”, contó.

Todo empezó en una fiesta, “para ver a qué sabe”, expresó, aunque ya la había fumado antes.

“Andaba en la bola y vi que estaban fumando y me lo pasaron, ellos no sabían que yo fumaba eso”, recordó.

Él asegura que no empezó a fumar por ser aceptado en un grupo de amigos.

“La mayoría de las drogas se fuman y estando ahí te pueden rolar ‘crystal’ y es lo mismo, es lo que dicen, sí hay personas que después de la mariguana se brincan de droga en droga”, platicó.

Aunque le ofrecieron otras drogas, nunca las aceptó por temor, comentó que la periodicidad en la que fumaba mariguana aún la podía controlar.

“Porque he visto a las personas que las consumen (otras drogas) y no me gusta la vida que llevan”, enfatizó.

Duró cuatro meses consumiendo mariguana, en promedio cada quince días, la compraba en Otay o en la preparatoria, expuso que hay alumnos que se dedican a venderla y nadie se da cuenta.

El día de su cumpleaños una patrulla lo descubrió junto a sus amigos fumando mariguana, en un campo cercano de su prepa.

“Estuvimos como media hora, nos descuidamos, y nadie se dio cuenta que venía una patrulla, yo estaba de espaldas, y cuando miré los policías ya estaban bajando de la patrulla y no había para dónde correr, nos subieron y nos llevaron a la escuela, nos revisaron y ahí les hablaron a nuestros padres para ver qué iban a hacer con nosotros”, explicó.

En la preparatoria los canalizaron a organismos como el Centro de Integración Juvenil, ahí ya cursó diez sesiones, y ya no fuma mariguana.

“Mi mamá se preocupó más que nada porque no sabía esto, fue triste, a lo mejor pensó que no supo educarme”, manifestó.

Ahora Mauricio se siente más confiado de sus decisiones: “Si no quieres fumar, no lo haces y ya”, afirmó.

“Me siento más tranquilo porque a veces traía mariguana y me sentía inseguro, me sentía asustado, ahora que no traigo nada me siento más relajado”, mencionó.

La escondía en los zapatos y temía que alguien lo descubriera.

Exhortó a los jóvenes a rechazar las drogas, a que se diviertan sanamente porque no son necesarias.

El principal motor de Mauricio para salir adelante fue que su mamá estuviera bien, cuando supo que estaba involucrado en drogas se puso muy mal.

“Me sentí muy mal yo, dije yo ya no serví como mamá porque se me desvió mi hijo y ni cuenta me di, pero aquí rescata mucho los valores que se están perdiendo”, admitió Leticia, la mamá de Mauricio.

El sentimiento de culpa la invadió, y reconoció que fue complicado, pero su familia se ha fortalecido tras dicha situación.

“Tenemos que ver las cosas como son y no por lo que le haya pasado a mi hijo quiere decir que ya me va a quedar etiquetado, va a quedar marcado, es mi hijo y no me avergüenzo de que haya pasado eso”, aseveró.

En el centro le enseñaron que la vida está dando muchas vueltas y si no es de una forma es de otra: Los adolescentes están expuestos porque hay demasiada gente que se aprovecha, por ejemplo, de que se quedan solos cuando los papás salen a trabajar.

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