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El Imparcial / Tijuana / cirugía estética

Sin certificar 7 de cada 8 cirujanos estéticos en BC

“Jugaron con mi vida, dos veces jugaron con mi vida”, dijo Alice Luca, víctima de dos cirugías plásticas mal realizadas.

Luego de una enfermedad que le dejó una cicatriz en el abdomen, decidió someterse a una cirugía plástica: Implantes, bichectomía y liposucción.

“Ya antes (en el mismo hospital) me había operado ahí la matriz y todo muy bien, estuvo bien la atención, tuve un especialista”, dijo.

Además, el dueño del hospital tenía una relación con una de sus amigas, y le ofrecieron la operación mil 500 dólares más barata que en otro lugar.

Las irregularidades empezaron cuando le dijeron que la iba a operar determinado cirujano y cuando acudió a la evaluación resultó que sería otro.

“Me dio el nombre, pero no me sonaba, me dijo, es que acaba de terminar pero es especialista, está certificado, te lo garantizo, ya ha operado a otras chicas y las deja muy bien”, contó.

Cuando le pidió al cirujano su documentación, este le explicó que la había olvidado, pero que se la mostraría el día de la intervención.

“El día de la cirugía con los nervios se me pasó, pero ambos me daban la garantía que sabía lo que estaba haciendo”, agregó.

La cirugía duró nueve horas y aunque la dieron de alta, tuvo que regresar al hospital porque tenía dolor de cabeza, vómito, no podía sentarse porque se desmayaba, se mareaba y se desangró por dentro.

“Me ordenó análisis de sangre, tenía 6.2 de sangre en mi cuerpo cuando tienes que tener 12, me ordenó pintas de sangre, al momento de ponerlas no supieron, me la pusieron muy rápido y mi cuerpo entró en shock”, recordó.

Cuando se estabilizó, la fajaron, pero la cirugía no había sido bien realizada, tenía los implantes colgados y sentía una bola en el estómago.

“Vas a ocupar un retoque, no te preocupes, suele pasar, no te voy a cobrar pero tenemos que esperar seis meses”, le informó el doctor.

Pero llegado el plazo para poder operarla de nuevo le avisó que tendría que pagar la hospitalización, fueron mil 500 dólares más.

“Me hace otra lipo, no quedé bien, la bola que yo sentía en el estómago, el busto no me gustó, feo, no había cintura, no estaba marcada, me veía rara”, compartió.

Ante el desgarrador escenario un año después, acudió al hospital Green & Health, necesitaba una tercera cirugía.

“Me hicieron todo otra vez, todo, busto, lipo, corte, todo”, detalló.

Cuando inició el proceso de demanda, descubrió que quien la operó no era cirujano plástico, sino cirujano bariátrico.

“Ni siquiera el hospital estaba autorizado para esa cirugía, ya después que fui a Conciliación y Arbitraje revisaron que tiene que tener un permiso especial para hacer cirugías plásticas”, señaló.

Derivado del proceso, le reembolsaron 2 mil dólares.

“Hay que verificar muy bien, yo siempre decía hay que verificar el médico que esté certificado y yo caí por confiar, no hay que confiar en nadie, así sea el doctor de toda tu vida, hay que confirmar que el que te va a cortar sea certificado”, enfatizó.

Según la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por cirugías plásticas mal realizadas en 2017 se presentaron 19 denuncias y en este año suman 3.

Oficialmente el delito se denomina Responsabilidad Médica y Técnica.

Con base en datos de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios, durante 2016 y 2017 ningún hospital, clínica o establecimiento fue clausurado por realizar cirugías plásticas sin tener a cirujanos certificados o procedimientos irregulares.

En Baja California se estima que por cada cirujano plástico certificado, hay siete que operan sin estar avalados.

El Colegio de Cirujanos Plásticos del Estado informó que en promedio 100 cirugías plásticas se realizan al día en Tijuana, cifra que no contempla los procedimiento de los médicos cirujanos que no están avalados para ejercer la especialidad de cirugía plástica.

Antes, quienes realizaban cirugías plásticas sin estar avalados cobraban menos, pero ahora es más común que cobren igual que un profesional, señaló Juan Pablo Cervantes, cirujano plástico estético reconstructivo certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica y vicepresidente del Colegio de Cirujanos Plásticos del Estado.

Explicó que el entrenamiento de un cirujano plástico estético reconstructivo conlleva años de estudios, un promedio entre 12 y 14 años: Medicina general, examen de especialidades, especialidad de cirugía general y luego especialidad de cirugía plástica.

“Hay ciertas personas, médicos, que efectivamente no hacen todo ese trámite para estudiar la especialidad, hacen algunos cursos o maestrías rápidas y regresan a sus centros de trabajo diciendo que son cirujanos plásticos cuando no lo son”, enfatizó.

Lo más importante es que la gente investigue quién los va a operar, pedir referencia del cirujano, buscar en Internet quién es, dónde se formó, y cómo se formó.

“Sabemos a nivel nacional, a nivel de asociaciones nacionales, consejo nacional y sobre todo el colegio del Estado, que más o menos hay entre 7 y 10 médicos que no están acreditados para ejercer la especialidad contra uno de nosotros, eso es un gran número a nivel nacional”, expuso.

El problema se ha acentuado con las redes sociales, comentó que ahora la gente busca en ellas dónde operarse, y un parámetro es quién tiene mejor publicidad.

“La publicidad es pagada, una buena publicidad no quiere decir que seas un buen médico, definitivamente, sí se ha acentuado un poco más, inclusive hay especialidades ajenas a la medicina como la odontología que está ejerciendo actos quirúrgicos los cuales no deben de realizarlos”, subrayó.

De un promedio de 30 consultas, 2 o 3 casos son pacientes que tuvieron alguna complicación por haber sido operados por médicos no avalados para ejercer la especialidad.

“Un mal caso, como varios han sonado, inmediatamente suena y dicen: ‘Es Tijuana’, y al decir Tijuana, eso nos afecta a todos, no nada más al cirujano plástico, afecta a todos los médicos, afecta el nombre de nuestra ciudad”, destacó.

En la ciudad la cantidad de cirugías plásticas incrementaron 20% en comparación con años anteriores, declaró el presidente del Clúster Estatal de Servicios Médicos, Ricardo Vega.

El “boom” de las cirugías plásticas ha provocado que más médicos cirujanos ejerzan como cirujanos plásticos, poniendo en riesgo a los pacientes.

Además de comprometer su vida, los pacientes se exponen a quedar con deformaciones, mala cicatrización, cicatrices mal trazadas, entre otros problemas, apuntó.

Subrayó que no solo es responsabilidad del doctor, también del paciente, quien debe consultar que sea un cirujano plástico certificado.

“Para ser cirujano plástico estético y reconstructivo aparte de terminar la licenciatura en medicina general, sigue el proceso de hacer un examen para la residencia médica, y después se aplica para ejercer en un hospital cirugía general, y continúa con la subespecialidad para cirugía plástica y reconstructiva que son tres años más”, refrendó.

En la página del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva está publicada la lista de cirujanos certificados, ordenada por Estado y apellido.

“Si un médico que se jacta de hacer cirugías estéticas, cosméticas (porque lo enmascaran de muchas maneras), no tiene el respaldo académico, entonces no está autorizado para hacer ningún manejo quirúrgico del contorno corporal, ni del contorno facial”, añadió.

De 2014 a 2017 la Comisión de Arbitraje Médico (CAME) de Baja California atendió 281 quejas, 769 orientaciones, 648 asesorías, 476 gestiones inmediatas, 227 quejas conciliadas y 9 arbitrajes.

Dichos números concentran todas las especialidades médicas, pero la cirugía plástica es la quinta con más atenciones, informó el titular de la CAME, Agustín Escobar Fematt.

Durante dicho periodo, la devolución de dinero ha sumado 97 mil 950 dólares y 733 mil 706 pesos.

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