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El Imparcial / Tijuana / Expediente siquiátrico

'No sé qué tiene, se la pasa encerrado'

HISTORIA DEL PADECIMIENTO

“Juan”, de 16 años de edad, acudió por vez primera a esta institución en julio de 2018 de forma renuente, debido a que no creía que fuera necesaria la consulta.

Proviene de una familia integrada por madre, hermano gemelo y la abuela materna. El padre falleció por accidente automovilístico a los 8 años de edad de “Juan”.

La primaria de “Juan” fue sin problema alguno, obteniendo buenas calificaciones, sin reportes de comportamiento. Tanto “Juan” como su hermano gemelo “José”, eran de tendencia reservada pero gustaba jugar con familiares y amigos, y asistían a los cumpleaños y fiesta de compañeros y primos.

Pero al entrar a la secundaria las situaciones comenzaron a cambiar.

En “Juan”, al iniciar los estudios de secundaria vio que tenía problemas para convivir con los demás, exponer en público lo intimidaba tanto que prefería no hacer las exposiciones, presentando calificaciones reprobatorias.

De manera gradual e insidiosa esta conducta se fue aumentando llegando a mostrarse cada vez más aislado, ya no quería formar parte de los grupos de estudios, no se juntaba con demás personas para realizar trabajos, llegando a presentar trabajos solo cuando eran en pareja, refiriendo que no quería trabajar con nadie, ocultando el verdadero motivo que era la ansiedad de tener que acercarse con otras personas, para no evidenciar los problemas que tenia para entablar conversaciones con sus compañeros, este aislamiento, se fue incrementando, poco a poco , por espacio de tres años, se fueron agregando cambios en el comportamiento de “Juan”, se le comenzó a observar triste, solo, sin amigos, irritable, molesto por todo, no quería contacto con nadie, rechazaba toda invitación, ni con su hermano gemelo con quien años anteriores podía pasar horas jugando videojuegos, no quería que su abuela materna ni su madre se le acercaba , cuando ellas buscaban conversar él le decía de manera molesta algunas palabras sin dar más explicaciones.

Después de este tiempo la madre observo el grado de intensidad que llegaron los síntomas, al ver que no quería ya salir del cuarto, ni para comer, comía en su cuarto, dormía de día, se despertaba de noche,

“No se deja besar, no se deja abrazar, nada, con todos hace eso, con la familia o con quiera que le hable” diciendo la madre.

Tal conducta llego a ser tan grave que dejo de ir a la escuela, reprobando el 3er año de secundaria.

Acudiendo a esta institución donde se valora los datos y síntomas relacionados a un cuadro depresivo donde también era evidente que presenta problemas graves de socialización, rasgos de la personalidad evitativa. Se valora el inicio de un antidepresivo, y solicitando dar seguimiento con psicología y psiquiatría.

En la consulta subsecuente JUAN se había mostrado negativista a la toma del medicamento, con un incremento notable en la irritabilidad, llegando a pelear físicamente con el hermano, verbalmente con la madre y abuela, un notable descuido de higiene y aliño, mostrarse iracundo y con una pérdida de 8 kilos en un mes.

Pero el dato de alarma que vio la madre fue que descubre en un cuaderno un escrito donde hace alusión a una tentativa suicida. Dado a esto se le explico a la mama lo importante que sería una valoración intrahospitalaria debido a que en existía un riesgo para la integridad de su hijo. Aceptando así el internamiento

En su estadía a “Juan” se evaluó diagnósticos diferenciales contados, debido a las características de su comportamiento, con tendencia y desarrollo insidioso aunque progresivo, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general.

Como fue en el caso de “Juan” en los ámbitos sociales, escolares y familiares. En “Juan” no hay evidencia de alucinaciones y ni de ideas delirantes Pero son los rasgos “negativos” ( como son embotamiento afectivo, abulia, apatía, adinamia) los que más preocupaban debido a que estos sumando a un empobrecimiento social puede conducir a un vagabundeo, los afectados se encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus objetivos.

Fue notoriamente evidente la mejoría significativa desde el inicio del antidopaminergico atípico (Olanzapina) y el ISRS, donde en la hospitalización se ha estado asegurando la ingesta . Logrando establecer el ciclo sueno vigilia, descansar, con un sueño reparador. “Juan” se mostraba con más ánimo para asistir en hospitalización a las terapias, logrando tener aportaciones importantes en los temas tratados en psicología.

Aceptando sus dificultades en la relaciones sociales, y aprendiendo el desarrollo de habilidades para el convivencia con pares, mostrarse cooperador, Abordable, integrado en las actividades, logrando conversar sobres sus experiencia, sentirse cómodo con su historia y conversar hasta la pérdida del padre, tema que no fue tratado en su momento en la infancia.

En el trabajo que se da en hospitalización, también se busco la cooperación tanto de la mama , como del hermano y la abuela, llegando en ocasiones a trabajarse en sesiones en conjunto para mejorar la comunicación familiar, los vínculos y la forma de expresarse el afecto. Sin dejar a tras las estrategias de disciplina eficaces sin que “Juan” se sientan juzgado.

La literatura es clara respecto a esto , se ha reportado que el entrenamiento a padres es efectivo en el tratamiento de estos trastornos, y está asociado con mejoría clínica a través del tiempo. La combinación de entrenamiento a padres y niños es más efectiva que una sola forma de intervención y sus efectos se mantuvieron a más largo plazo.

Lograr identificar la psicopatología parental, las altas expectativas de padres o maestros y los estresantes familiares son factores que predicen mala respuesta al tratamiento .

“Juan” egresó posterior a tres semanas de trabajo continuo no solo por parte del sino de familiares, integrándose a la vida social, teniendo más claros sus objetivos personales y en conjunto, y buscando oportunidades de colocar en práctica las estrategias aprendida de afrontamiento de problemas.

Estos casos están basados en historias reales, pero los nombres y datos personales han sido modificados, la intención es apoyar a aquellas personas que se identifiquen con ellos.

En el Hospital de Salud Mental de Tijuana, contamos con psiquiatras especializados en la atención de padecimientos como el descrito.

*“Esta publicación se encuentra registrada con el nombre Expediente Psiquiátrico: Casos Clínicos Psiquiátricos del Hospital de Salud Mental de Tijuana, bajo el número 04-2017022311275200”

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