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El Imparcial / Tijuana / Seleccion Mexicana

Mi momento con ‘El Tata’ Martino

Previo a mi cobertura del juego México contra Perú del sábado 24 de septiembre en Pasadena, no me imaginaba ni poquito todo el huracán que ocasionarían dos simples preguntas de futbol al técnico de la Selección Mexicana, Gerardo Martino.

Previo a mi cobertura del juego México contra Perú del sábado 24 de septiembre en Pasadena, no me imaginaba ni poquito todo el huracán que ocasionarían dos simples preguntas de futbol al técnico de la Selección Mexicana, Gerardo Martino.

Creía que sería una cobertura rutinaria: mandar nota del juego y buscar entrevistas. Creía que entraría a la conferencia post-juego con Martino, le haría un par de preguntas relacionadas al juego, me respondería de manera cordial, mandaría mi nota y se acabó.

Yo solo quería conocer sus intenciones al poner a dos interiores diferentes a los que venía usando, como Luis Chávez y Carlos Rodríguez y que también explicara qué buscaba en sus centro delantero. Contrario a eso, vi en su expresión una sorpresa gustosa y después vino lo que ya todos vieron: sus felicitaciones, porque según dijo, en 4 años nadie le había preguntado de futbol.

Al finalizar la conferencia se acercó a despedirse, me dio la mano y me explicó que su agradecimiento era sincero, que esperaba no me lo tomara a broma. Por supuesto que no. Que un entrenador que cuente en su currículum haber dirigido a Lionel Messi y a Neymar me haya halagado así, me reconfortó muchísimo. Pero a pesar de eso, seguía sin imaginar lo que pasaría después.

A los pocos minutos, mientras me encontraba redactando la última nota, mi celular se empezó a llenar de notificaciones de Twitter. La gran mayoría de interacciones eran apoyándome. Les encantó que alguien al fin, se haya atrevido a preguntar algo de futbol.

Mensajes de todos lados, no solo de México, sino de Argentina, Paraguay, Colombia, Ecuador, se triplicó el número de mis seguidores en esa red social. Comunicadores reconocidos de medios importantes comenzaron a seguirme y algunos me mandaron mensaje directo para felicitarme. Hubo otros que me atacaron de manera cobarde, pero de ellos no vale la pena gastar espacio.

El suceso generó una cantidad impresionante de debates en redes sociales y en los medios convencionales. Los periodistas deportivos de la vieja guardia se sintieron aludidos, porque el técnico de la selección demeritó las preguntas hechas a lo largo de su ciclo. Programas y enlaces dedicados a ello.

Por el contrario, el apoyo que recibí en redes sociales giraba hacia el mismo lado: que en los medios y en las conferencias se hable de futbol y se deje de lado la polémica barata y los chismes extra cancha. Me sorprendió para bien ver que hay un público ávido de conocer aspectos del juego y buscar entender las decisiones de los entrenadores, mismos que están hartos del contenido que les han ofrecido por décadas.

Por mi parte y lo digo a título personal, yo siempre defenderé la bandera de que se hable solo de futbol y nada más.

Ojalá que este suceso haya sentado un precedente en la comunicación deportiva mexicana y que a partir de ahora, en los programas y conferencias solo se hable de futbol, porque a fin de cuentas, es el nombre del deporte. ue seguimos.

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