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El Imparcial / Tijuana / Coronavirus en Tijuana

Hasta discriminación padece enfermera a causa de pandemia

María Lorena Pérez Gutierrez sufrió además en diciembre pasado pérdida de olfato y gusto al contraer covid.

Tijuana, BC.-Discriminación, desgaste emocional y falta de medicamentos, son algunas cosas que María Lorena Pérez Gutierrez, enfermera del Hospital General de Tijuana, ha tenido que enfrentar desde el inicio de la pandemia.

Mencionó que al principio tenían alrededor de 12 pacientes en un área, pero luego se vieron rebasados, ya que llegaban hasta más de 40 pacientes, lo cual le representó un desgaste emocional.

“Si ví morir muchas personas, no era lo que deseaba, pero desgraciadamente es un virus nuevo y no es que no le hiciéramos nada, simplemente atacó por muchas formas, mucha gente falleció, fue angustiante”, declaró la enfermera.

Uno de sus retos es que llegaron personas recién egresadas de la carrera y tuvieron que empezar a enseñarlos en el área Covid, indicó, y fue difícil porque eran muchos y ella los lideró e indicó cómo vigilar que los pacientes se dejarán las mascarillas.

Afirmó que las camillas son para los pacientes más graves, los que requieren intubación, y por la falta de espacios, el resto tenía que estar sentado, y otra de sus carencias han sido los medicamentos y cobijas.

Pérez Gutiérrez afirmó que ha sido difícil para ella, ya que se aisló de su familia, le llegaron períodos de depresión, ansiedad, que son recurrentes y tiene que tratar esos problemas, porque todavía sigue la lucha.

“Era algo muy fuerte voltear y ver que de 30 pacientes 28 eran abuelos, y muchos ya con mal procro nóstico, es deprimente, no es que digan que los médicos y las enfermeras no quieren hacer su trabajo, no, es que ya llegan en malas condiciones”, puntualizó.

En cuanto a la discriminación, la enfermera dijo que en octubre aproximadamente decidió visitar a una de sus amigas, y no la recibió, lo cual para ella fue una lección, por el trato que recibió.

Recalcó que a pesar de no salir, más que a su trabajo, se contagió de Coronavirus a finales de diciembre, perdió el gusto y olfato, pero le dejó como secuela la tos, y con el clima frío empeora, pues siente que el aire frío entra directo hasta su estómago.

Subrayó que apoya a los pacientes a contactar a sus familiares por medio de llamadas telefónicas, lo que les ayuda a descansar debido a que en ocasiones tienen pendientes, en especial cuando son adultos mayores.

“A veces van a una consulta y ¡pum! Ya se quedaron, a veces son dos, tres días incomunicados porque los tenemos en urgencias y hasta que suben a piso es cuando se logra que hagan una videollamada y veo que nada más es un día a la semana”, expresó María Lorena Pérez.

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